El antídoto para esta situación de violencia psicológica y espiritual provocada por sectores de izquierda consiste en la difusión - si fuese necesario, por medios alternativos, como la Internet - de informaciones idóneas, capaces de esclarecer a la opinión pública y provocar debates constructivos. En efecto, cuando los muros psicológicos de esa censura sean suficientemente denunciados y se desmoronen, cada uno en su propio ambiente podrá, sin miedo, manifestar su opinión sobre esos asuntos "censurados". Es esta la propuesta simple, pero innovadora, de un programa de liberación del yugo ideológico de las izquierdas, impulsado por el espíritu de fe y de coraje, en defensa del esclarecimiento popular.

El programa sugerido por Lindenberg tiene un alcance práctico, especialmente para los católicos que se oponen a las corrientes de la Teología de la Liberación, que continúan actuantes en Brasil y en otros países.

Presenta dos inconvenientes serios el realce que, desde hace muchos años, los medios de comunicación vienen dando a los pronunciamientos de obispos y sacerdotes (en general ligados a la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil - CNBB), que favorecen las invasiones de tierras promovidas por el procastrista Movimiento Sin Tierra (MST), así como a las repetidas, generalizadas y emocionales críticas al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), a las privatizaciones, a la alegada amenaza de las multinacionales y del capital extranjero, e inclusive a las plantaciones de transgénicos.

En primer lugar, tales pronunciamentos pueden crear la impresión de que la mayoría del Episcopado y de los setores más responsables del Clero brasileño piensa como esos prelados.

Segundo, que las tesis de la Teología de la Liberación tendrían fundamentos sólidos en la doctrina católica, lo que no es verdadero.

Todo eso tiene mucha importancia práctica. En efecto, en la vasta red de movimientos contestatarios, activa en todo el Brasil, con ramificaciones en América Latina y en la península ibérica, el ala progresista religiosa sobresale hoy como el sector más activo y más radical en las proposiciones socioeconómicas.

Delante de este escenario y con el objetivo de alertar a la opinión pública católica, el citado libro citado analiza las siguientes temáticas:

- Capitalismo, globalización, neoliberalismo y privatizaciones ¿serían los grandes responsables por los bolsones de miseria, por las desigualdades sociales y la alegada dependencia externa de los Estados Unidos?

• Los programas sociales estatales ¿serían la solución para combatir el hambre, el analfabetismo, el atraso y la indigencia de las clases más pobres de Brasil?

* ¡Infórmese, gratuitamente!

Estos asuntos - y muchos más - son abordados de manera viva y penetrante en el libro "Los católicos y la economía de mercado".

Usted puede recibir gratuitamente una serie de artículos de Adolpho Lindenberg, que resumen las principales tesis de su libro. Basta que haga clic en los links que encontrará más abajo. El autor analiza los mencionados asuntos basado en la doctrina social católica y en las Encíclicas; discurre sobre las relaciones entre la economía y la moral, la liberdad y la responsabilidad de los actos económicos; la legitimidad del derecho de propiedad; el respeto de las leyes naturales en el mercado; la licitud del lucro; el papel fundamental de la asistencia social; la importancia de las relaciones humanas en la empresa y en la vida civil; etc..

Por fin, los artículos de Lindenberg abordan un punto que encuentra merecido relieve en "Los católicos y la economía de mercado". Como las reivindicaciones sociales legítimas tienen como uno de sus objetivos el socorro a los necesitados, es indispensable tener en vista que ese objetivo sólo podría ser alcanzado con la elevación significativa del nivel de vida del pueblo, lo cual, para el autor, se consigue mediante una dosis mayor de capitalismo auténtico y, sobre todo, por la recristianización de la sociedad. La asistencia a los necesitados debe, además, siempre que sea posible, tener un tono personal, familiar, típico de las sociedades orgánicas armónicamente diferenciadas, de las cuales aún se encuentran reflejos vivos en antiguas ciudades del interior brasileño. Allí aún hoy subsisten hospitales, guarderías infantiles y asilos de iniciativa religiosa y particular, que atienden a los necesitados de un modo más humano y eficaz que la asistencia estatal prestada en las grandes metrópolis.