Jun. 30, 1996: Diario Las Américas, Miami, FL, pp. 1-A y 13-A
"Castro sigue siendo mentor ideológico
de las guerrillas"
Afirma el periodista uruguayo Gonzalo Guimaraens
Entrevista de Ariel Remos a Gonzalo Guimaraens
La liberación del hermano de César Gaviria, secretario general de la OEA, comprobó el papel decisivo jugado por el tirano Fidel Castro, quien continúa siendo el mentor ideológico de las guerrillas del continente, sostuvo en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS el periodista uruguayo Gonzalo Guimaraens, del directorio de la Sociedad Uruguaya de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad (TFP), e investigador asociado en el Centro de Estudios Internacionales de la TFP en São Paulo, Brasil.
Guimaraens estuvo en Miami procedente de Colombia, donde pudo seguir el episodio de la liberación de Juan Carlos Gaviria, después del pedido que a esos efectos hizo el tirano de Cuba. Más allá de ese episodio y de las confusas informaciones sobre las negociaciones con los guerrilleros, "se delinea una clara resultante: la notoria influencia del dictador Castro en los asuntos latinoamericanos, comparable a la de un procónsul", fue otro de los comentarios de Guimaraens.
La intervención de Castro en la liberación de Gaviria, llevó de la mano a preguntar a Guimaraens acerca de la resolución que adoptó la OEA recientemente en Panamá de crítica a la Ley Helms-Burton, en la que muchos han señalado una relación de causa y efecto con esa liberación. "La actitud de los Cancilleres -- que en forma unánime criticaron a los Estados Unidos por causa de la ley Helms-Burton, y no dijeron media palabra siquiera de condena al dictatorial régimen comunista de Cuba -- pasará a la Historia como uno de los hechos de mayor parcialidad, y más escandalosos, en la política interamericana de este fin de siglo".
¿Cómo ve la actitud de los gobiernos latinoamericanos en relación al problema de la Cuba castrista?, le preguntamos. "La percibo como una increíble y no menos escandalosa homogeneidad que, por acción u omisión, viene favoreciendo al dictador Castro. Junto con las resoluciones recientes de la OEA pueden citarse también las del Grupo de Rio, reunido hace pocos meses en Cochabamba, que también evitó cuidadosamente cualquier actitud que pudiese susceptibilizar al dictador de las Antillas", fue su respuesta, para agregar: "Que las izquierdas del continente continúen apoyando ciegamente al castrismo se explica, si bien que, obviamente, no se justifica. Lo que no se explica, y menos aún se justifica, es el apoyo directo o indirecto de los gobiernos de la región al dictador Castro. Yo no dudo en afirmar que ese apoyo se da de espaldas a la población de los respectivos países".
Sin embargo Guimaraens no cree que la actitud complaciente de esos gobiernos y el visible favor que le hacen a la dictadura castrista, deba ser motivo de desánimo por parte del exilio cubano. "Puede parecer una contradicción, pero tengo la convicción de que las posibilidades de la lucha publicitaria y doctrinal contra la dictadura castrista son enormes en Latinoamérica". ¿Por qué? "Porque la posición anticomunista y anticastrista de la mayoría de la opinión pública de la región es talvez el mayor capital de que dispone la causa anticastrista. Inclusive, varias de esas naciones -- en particular, Colombia, Perú y Guatemala -- continúan sufriendo el flagelo de las guerrillas, que en medida variable son dependientes ideológica, estratégica y militarmente de la Cuba comunista.
Otros países, como Chile, Argentina y Uruguay sufrieron en un pasado cercano los efectos de las embestidas guerrilleras de grupos pro-castristas. Lo que provocó una profunda cristalización anticomunista que dura hasta hoy".
La anterior respuesta nos llevó a otra pregunta relacionada: ¿Qué puntos vulnerables del régimen castrista deben ser denunciados ante la opinión pública continental? Él los llama "Talones de Aquiles":
Primero, el alarde del tirano sobre el carácter marxista-leninista de su régimen. No puede haber lugar a dudas. El viejo dictador comunista no mudó, pese al "wishful thinking" de ciertos ingenuos útiles, partidarios de diálogos concesivos con Castro.
Segundo, la continuidad de la violación institucional y sistemática de los derechos de Dios y de los hombres por parte del régimen cubano. "Debe denunciarse con todo énfasis el drama de más de 10 millones de cubanos, que se extiende ya por casi cuatro décadas. Debe denunciarse paralelamente la contradicción flagrante de ciertas organizaciones de derechos humanos, que silencian el drama del pueblo cubano, sus condiciones infrahumanas de vida, etc.".
En tercer lugar, no debe dejarse caer en el olvido, delante de la opinión pública internacional, el hundimiento del remolcador "13 de Marzo" en que fueron víctimas 70 personas, pereciendo 40, entre ellos una veintena de niños, así como el brutal derribo por parte de la Fuerza Aérea castrista de dos avionetas civiles de exiliados cubanos en aguas internacionales, como acaba de probar una investigación de las Naciones Unidas. Ese hecho causó justo horror en el mundo todo, pues muestra el verdadero rostro del régimen comunista de Cuba, que ciertos medios de comunicación intentan maquillar a todo costo.
En cuarto lugar, insistir en la continuidad de la influencia del dictador Castro sobre movimientos guerrilleros marxistas del continente, como quedó probado en el caso de los secuestradores de Juan Carlos Gaviria. "Ese punto tampoco puede caer en el olvido. Creo que en Colombia y en otros países, el hecho de haber quedado tan de manifiesto esa ascendencia del dictador Castro sobre los guerrilleros, neutralizó el éxito diplomático alcanzado por La Habana en la reciente conferencia de la OEA".
Guimaraens advirtió a continuación sobre el "Caballo de Troya" psicológico que actúa e favor del castrismo en diversos países, para desalentar, dividir, neutralizar y aislar a los anticomunistas, utilizando hábiles métodos de guerra psicológica, incluyendo rumores, calumnias, etc. "Esas quintas columnas intentan obtener esos efectos desmoralizadores en los anticastristas, a través de hábiles anestesias psicosociales, creando estados de espíritu sea de desánimo, sea de falsas ilusiones.
Sin embargo, es reconfortante constatar que en el exilio cubano existen personalidades suficientemente lúcidas e inteligentes como para detectar y denunciar esos Caballos de Troya".
Una última pregunta: ¿Cómo se percibe, desde Latinoamérica, al exilio cubano? "El exilio cubano es muy respetado y querido por la inmensa mayoría de los latinoamericanos. El DIARIO LAS AMÉRICAS está altamente conceptuado y es considerado como un punto de referencia indispensable, una fuente seria y fidedigna sobre el tema del castro-comunismo. En sentido contrario, no debe sorprender que el exilio sea calumniado y hasta difamado por medios de prensa de izquierda, que lo presentan como exagerado, exaltado, etc.".