Hace 10 años, en Roma, una histórica interpelación de desterrados cubanos a Gorbachev...
"Il Tempo", Roma, Dic. 2 y 3, 1989
Cubanos desterrados, al presidente soviético: ¿cómo explica tan flagrante contradicción en su política externa?
Sr. Presidente
Presidium del Soviet Supremo de la URSS
Mikhail Gorbachev
Embajada de la URSS en Roma
Presente
Quienes suscriben esta misiva, se dirigen a Vd. en cuanto católicos cubanos exiliados de su Patria, interpretando los genuinos anhelos tanto del millón de compatriotas forzados a emprender el duro camino del destierro, como de diez millones de hermanos que en la isla sufren, desde hace tres décadas, bajo la dictadura castrista.
La visita de Gorbachev a Juan Pablo II: marco adecuado para que católicos exiliados cubanos hagan oír su voz
Su visita a S.S. el Papa Juan Pablo II hace propicia la oportunidad de la presente carta abierta, especialmente porque la Sede de Pedro es el centro espiritual de quienes hemos visto lesados nuestros derechos, por parte del régimen comunista cubano. Pero también, porque es Vd. el primer presidente soviético, y al mismo tiempo Secretario General del PCUS, en ir al Vaticano a fin de entrevistarse con un Vicario de Cristo en la tierra, Pastor Supremo de todos los fieles.
Por ello, consideramos especialmente oportuno que Vd., en la inminencia de esa visita, conozca el modo de sentir y los anhelos de tan numerosos católicos cubanos, de nacimiento o ascendencia.
Política externa gorbacheviana alienta ilusiones de paz mundial...
Hemos seguido con atención el desarrollo de la política de "reestructuración" y "transparencia" por Vd. impulsada en su inmenso y populoso país, y, en particular, las repercusiones que esa acción suya ha tenido en el campo de las relaciones internacionales. Como es natural, tenemos presente sus publicitadas declaraciones en favor de la reducción de tropas y armamentos convencionales, y su proclamada disposición a favorecer de modo decisivo la distensión entre Oriente y Occidente.
Lo anterior ha despertado en incontables espíritus, de uno y otro lado de la Cortina de Hierro, la esperanza de ver apartado del mundo el espectro apocalíptico de un conflicto nuclear generalizado. Simultáneamente, su política ha alentado en muchos dirigentes occidentales, y, más discretamente, en algunos sectores de la opinión pública, la impresión de que se habría llegado al umbral de una era sin precedentes en materia de paz y convergencia universal.
... mientras Cuba continúa siendo instrumento de agresión comunista en las Américas
Sin embargo, en lo que a Cuba respecta, nada parece haber mejorado, inclusive después de su visita a la isla en abril de este año.
Por el contrario, desde entonces, la situación interna de "violación institucional de todos los derechos" -según expresión del Dr. Claudio Benedí, distinguido jurista cubano exiliado en los Estados Unidos- se ha agravado. Continúa cercenada la piedra angular de esos derechos, que es la libertad del clero de la isla para predicar la verdadera Religión sin velos ni restricciones, y de los católicos que en ella residen, para practicarla sin la opresión de cualquier amenaza; incluyendo entre los elementos indeclinables de esa prédica la libertad para defender la propiedad privada, principio básico de la civilización cristiana (cfr. Plinio Corrêa de Oliveira, "Acuerdo con los regímenes comunistas: para la Iglesia, ¿cesar la lucha, o resistir?", obra que en l964 fue honrada con carta laudatoria de la Sagrada Congregación de los Seminarios y Universidades -hoy Sagrada Congregación para la Educación Católica- firmada por su Prefecto, Cardenal Giuseppe Pizzardo, y por su Secretario, el entonces Monseñor, y después Cardenal, Dino Staffa).
Por su parte, en el plano externo, el régimen fidelcastrista continúa apoyando la subversión en Centroamérica -como lo han denunciado destacados hombres públicos de esa región- y ha venido sustentando ininterrumpidamente movimientos guerrilleros en varios países de América del Sur, especialmente en Colombia (cfr. Informe de la Junta Patriótica Cubana ante la l8a. Asamblea General de la OEA, El Salvador, noviembre de l988; y Rex Hudson, "Castro's America Department: Coordinatin Cuba's Support for Marxist-Leninist Violence in the Americas", CANF, Washington, l989).
Datos proporcionados por el Instituto de Estudios Estratégicos de Londres, permiten afirmar que Cuba es uno de los países más militarizados del mundo, en proporción con su población. Y, en términos absolutos, la máquina militar cubana tiene una potencia considerablemente superior a la de cualquier otra nación de Latinoamérica, incluyendo a Brasil, cuya población es catorce veces más numerosa que la de Cuba; lo que contrasta con la miseria material del pueblo de la isla, recientemente denunciada por nuestros tres Obispos cubanos de la diáspora, en carta al Cardenal brasileño Monseñor Paulo Evaristo Arns (cfr. "Diario Las Américas", ll-5-89). Si a todo ese potencial militar se suman los antecedentes de aventuras militares cubanas para apoyar gobiernos tiránicos de América, Asia y Africa, queda patente que el régimen fidelcastrista mantiene así una permanente espada de Damocles, pendiendo sobre las naciones libres del continente.
El discurso del dictador en Camaguey, durante la conmemoración revolucionaria del 26 de julio pp., aferrándose a una línea ideológica y a una estrategia de acción que tanta sangre han hecho derramar en América, constituye una confesión de parte que justifica nuestras aprensiones (cfr. "El Nuevo Herald", Miami, 28-7-89).
Tecnología y financiamiento soviéticos abren perspectiva de chantaje nuclear cubano contra Estados Unidos
Y la construcción de dos costosísimas usinas nucleares, financiadas por la Unión Soviética -la primera de las cuales entraría en funcionamiento en l990- coloca en las manos del tirano la posibilidad a corto plazo de un chantaje atómico sobre los Estados Unidos y las naciones latinoamericanas, con consecuencias imprevisibles en el plano internacional (cfr. Jorge F. Pérez-López, "Nuclear Power in Cuba: Opportunities and Challenges", en "Cuban Communism", Transaction Books, l987; documento presentado por el Senador Symms ante el Congreso norteamericano, "Congressional Record", Washington, l9-3-87; cable de United Press International, l4-ll-88; y revista "América Latina", No. 4, Academia de Ciencias de la URSS, l989).
La situación expuesta no puede dejar de causarnos la mayor perplejidad, en relación a los reales objetivos de la estrategia internacional del Kremlin. En efecto, es inocultable el hecho de que el régimen castrista depende absolutamente de la cotidiana inyección soviética de dinero, que le impide desplomarse económicamente. En razón de lo cual nos parece imposible no concluir que la desastrosa y preocupante conducta del régimen fidelcastrista resulta del aplauso o, por lo menos, del consentimiento del Kremlin. La propia continuidad de esa ayuda económica fue asegurada mediante el Tratado de Amistad y Cooperación firmado en abril por Vd. y por el tirano del Caribe, y proclamada por ambos en los respectivos discursos ante la Asamblea Nacional, en la capital cubana (cfr. "Granma Semanal", 9-4-89, y "Prisma Latinoamericano", No. 93, La Habana, junio de l989).
Dependencia económica y militar de La Habana en relación a Moscú, pone en juego credibilidad internacional de Gorbachev
Por tanto, dada esa vital relación de dependencia de la isla-presidio en relación a Moscú, solicitamos a Vd. que haga valer todo el peso de su influencia para que sea extirpada del seno de las Américas esa célula peligrosamente cancerosa que viene contaminando la convivencia de la región, en condiciones de poner en juego, tal vez irremediablemente, la propia paz mundial. De lo contrario, no se podrá exigir a la opinión pública cubana, tanto en la isla, cuanto en el exilio, un cheque en blanco de confianza en perspectivas de distensión universal que Vd. proclama defender. Más aún, la propia credibilidad del conjunto de la actual política externa soviética se verá afectada sustancialmente ante la opinión mundial, en el caso de que nuestro presente llamado no sea atendido. De ocurrir así, el gobierno soviético pasará a ser visto como co-responsable por la continuidad indefinida de la cruel aventura castrista. Y nada conseguirá impedir que los cubanos en el exilio se encarguen de hacerlo notar en alta voz por los cinco continentes.
Sin temor a equivocarnos, estamos en condiciones de afirmar que el caso cubano constituye la punta emergente de todo un iceberg de dudas, aprensiones y objeciones que viene despertando la ausencia de cualquier freno establecido por el Kremlin, a la actuación de Fidel Castro.
Reciente asesinato de Obispo colombiano, a manos de guerrilleros apoyados por Castro, confirma grave preocupación de cubanos desterrados
Un hecho reciente, que ciertamente habrá llegado a su conocimiento, no hizo sino agravar todas las dudas y aprensiones aquí manifestadas. Se trata del cruel asesinato del Obispo de Arauca, Colombia, consumado por guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), organización que constituye, como es público en Colombia, uno de los brazos más sanguinarios de la guerrilla colombiana, conocidamente apoyado por la Cuba castrista. El venerable Prelado fue secuestrado el 2 de octubre pp. en las proximidades del pueblo de Arauquita, a 450 kilómetros al norte de Bogotá, cuando estaba en compañía de un sacerdote y dos seminaristas. Estos últimos fueron liberados por los terroristas, que sin embargo retuvieron al Obispo. Y después de someterlo a torturas, lo asesinaron.
Vd. bien podrá calcular la repercusión que este crimen ha tenido ante la población compactamente católica, no sólo de Colombia, sino de toda América Latina. Cualquiera que practique una acción violenta contra la persona de un Obispo -un ungido del Señor, un Sucesor de los Apóstoles- incurre en la grave pena de interdicto latae sententiae, según el canon l370 del Código de Derecho Canónico. Lo que agrava singularmente el terrible pecado de homicidio con que los asesinos cargaron sus propias conciencias.
Ahora bien, siendo un hecho sabido y documentado, que la Cuba fidelcastrista sustenta desde hace mucho a la guerrilla colombiana, con abundantes recursos militares, económicos y logísticos, espontáneamente se ha configurado en el espíritu público una especie de regla de tres: la Cuba castrista es responsable por la sangre derramada por los comunistas en Colombia. Por su parte, ese régimen no tendría medios de favorecer así a la guerrilla colombiana, si no fuese sustentado, a su vez, por el Kremlin. Luego, el Kremlin es co-responsable por la sangre derramada en Colombia.
Bien sabemos que todo este triste sistema de engranajes del terror fue implantado bastante tiempo antes de que Vd. ascendiese al supremo poder en su patria. Esto no impide, sin embargo, que la permanencia de ese sistema de mutua ayuda sanguinaria vaya agravando en vastos sectores de la opinión mundial las perplejidades y dudas que hace poco enunciamos. Tanto más cuanto que aquí nos encontramos, no sólo ante una continuidad de ese sistema, sino de una audaz profundización del mismo. Porque el asesinato de Monseñor Jaramillo tiene todo el valor simbólico de un desafío de la violencia comunista, en el momento mismo en que sus esfuerzos, Sr. Gorbachev, están volcados a persuadir al mundo de que esa violencia entró en un declinio.
Con estas ponderaciones, de ningún modo está en nuestras intenciones afirmar que Vd. es el responsable por este crimen atroz. Porque es obvio que, desde un inmenso engranaje gubernamental a cuyo frente Vd. se encuentra, pueden partir acciones ignoradas por el detentor del poder supremo. Esto, sin embargo, no impide que se espanten e indignen con este crímen los católicos latinoamericanos, así como los de América del Norte, y de los demás continentes, porque todos ellos tienen presente que nunca el comunismo osó antes en tierras americanas ejercer tal violencia homicida contra un Obispo católico.
Medidas inmediatas que el líder soviético debería adoptar, para mostrar empeño efectivo en resolver una flagrante contradicción de su política
Dado lo anterior, como gesto de buena voluntad -sobre todo, de empeño efectivo en resolver la grave situación descrita- sería de la más alta oportunidad que Vd. anunciase el retiro de las brigadas militares soviéticas en la isla, junto con la drástica extinción del suministro de armamentos y de subvenciones de cualquier naturaleza que su gobierno viene otorgando al régimen cubano. Las circunstancias pedirían que Vd. comenzase por cumplir con el artículo 5 del Tratado de Amistad y Cooperación firmado en La Habana, que se refiere a la eliminación del peligro de una guerra nuclear, y a la prohibiciónádel empleo de armas atómicas. Sería preciso que Vd. condicionase además la asistencia técnica y la financiación de las centrales nucleares en construcción, a la firma inmediata por parte de Cuba del Tratado de Tlatelolco para la proscripción de armas nucleares en América Latina. Complementariamente, se haría necesaria una exhaustiva supervisión internacional de esas centrales, para lo cual el exilio cubano ofrece, desde ya, técnicos de la mayor competencia.
Proponemos, por fin, que Vd. interponga sus buenos oficios para que una comisión designada e integrada por los cubanos desterrados tuviese entera libertad de visitar y recorrer la isla-prisión, en orden a poder informar al mundo sobre la real situación interna cubana, sea del punto de vista de los derechos y libertades de nuestros compatriotas, sea desde el ángulo de la atención de sus necesidades económicas fundamentales. A título de precaución, sugerimos desde ya que esta comisión no incluya sacerdotes o religiosos, para evitar que el tirano pueda ejercer represalias contra los católicos de la isla, en el caso de que las conclusiones a que se llegue sean contrarias a las conveniencias de la propaganda castrista.
Pensamos que un compromiso público de su parte, respecto de las consideraciones arriba planteadas, resulta ineludible, en momentos en que Vd. será recibido por el propio Pontífice, y los medios de comunicación no le niegan la debida atención.
Como católicos cubanos, anhelamos que la Divina Providencia se sirva del importante momento que constituye su encuentro personal con el Jefe augusto de la Cristiandad, para que ello redunde en el bien del género humano, a ambos lados de la Cortina de Hierro.
Franqueza de lenguaje inusual para dirigirse a una alta personalidad...
Preclaro Sr. Gorbachev, al releer esta carta, antes de colocar nuestras firmas, nos damos cuenta de que la naturaleza de los temas aquí abordados nos ha impuesto una franqueza de lenguaje nada usual en la correspondencia dirigida a personalidades investidas de altos cargos como el que Vd. ejerce en su patria, esta ilustre Rusia, cuyo nombre reluciente de augustas tradiciones cristianas pronunciamos con fraternal afecto y viva consideración.
Sin embargo, nuestras almas no hacen sino exteriorizar el clamor de aflicción y sufrimiento de todos aquellos que gimen bajo la tiranía castrista; contemplan con estupor la sangre que encharca el territorio colombiano devastado por las guerrillas; siguen con angustia las trágicas secuelas de las aventuras fidelcastristas en Centroamérica; están al par de la ayuda cubana al movimiento guerrillero urbano Tupac Amaru, en Perú, y se preguntan si iguales atrocidades practicadas por el Sendero Luminoso no serán resultado, también, de la colaboración del régimen de la isla-presidio.
... temperada por invocación a mártires víctimas del comunismo, pidiéndoles que, desde el Cielo, recen por perseguidos y perseguidores
De todas maneras, queremos concluir esta carta con palabras que temperen de algún modo la necesaria franqueza con que ella se reviste.
Así, en el momento de estampar nuestras firmas, nos volvemos en espíritu de oración hacia el alma del recordado Obispo Monseñor Jaramillo, presumiblemente ornado con la aureola y la gloria del martirio, así como hacia las de tantos otros mártires, cuya sublime perseverancia en la Fe los llevó a oponerse a la violencia comunista en América Latina: desde el inolvidable sacerdote mejicano Padre Pro,y recientemente beatificado, hasta los más modestos e ignorados mártires que hayan perecido tal vez en idéntico holocausto, en nuestros días. Y a ellos imploramos que rueguen en el Cielo por los perseguidos, pero también por los perseguidores, pues a todos alcanza el amor de Nuestro Señor Jesucristo, Hombre-Dios y Redentor del género humano.
Aunque en nada de lo anterior su espíritu, Sr. Gorbachev, reconozca un valor objetivo, por lo menos dará a Vd. una idea del estado de alma que nos mueve en esta iniciativa.
Quiera Vd. recibir, así, nuestros votos de paz y bien, así como para la gloriosa Rusia. Paz y bien que los hombres jamás conseguirán a no ser a los pies de la Cruz, junto a Jesús, que agoniza y recita Su última oración, y a María, Su Madre, cuya gloriosa intercesión se elevó y se eleva hasta Él, en pro de todos los hombres, en todos los lugares y en todos los tiempos.
(Esta histórica iniciativa, coordinada por el Sr. Sergio F. de Paz, entonces presidente de Cubanos Desterrados, contó la adhesión de cien personalidades del destierro cubano)
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