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Miami, 22 febr. 1999 (DI)- "Un año después de la visita de Su Santidad el Papa Juan Pablo II a Cuba, que representó en muchos aspectos una especie de voto de confianza para la tiranía de Castro, aunque no fuese esa la intención, el dictador cubano ha adoptado nuevas leyes penales contra los periodistas independientes nacionales o extranjeros que divulguen noticias adversas al régimen", lo cual "es algo desafiante de parte de Castro con respecto al gesto de Su Santidad el Papa", afirma en nota editorial el Diario Las Américas.

"Sería sumamente conveniente que el Vaticano hiciese un comentario sobre estas nuevas leyes contra la libertad de expresión, la cual nunca ha existido allí en cuarenta años, pero que ahora el régimen pone énfasis en perseguirla", añade el conceptuado periódico de Miami, que concluye: "Son muchos los que piensan de buena fe que el Vaticano debe decir algo al respecto en torno a esta desafiante e indignante actitud de Castro, anunciada por él en la Asamblea Nacional cubana el martes 16 de febrero".

Por su parte, Andrés Vargas Gómez, destacada personalidad del exilio, manifestó en artículo para El Nuevo Herald, titulado "Portazo a la esperanza en La Habana", que "se había abierto un período en la isla, después de la entrevista del Sumo Pontífice con Fidel Castro, en el que muchos pensaron que existían serias posibilidades de que se abriera una etapa de cambios fundamentales en el país". Y que "el mismo Papa, con su conducta después de la visita y durante ella, le daba a todo el mundo esa impresión". "Pero, agrega Vargas Gómez, más de un año después de haberles hablado a los católicos cubanos, y de haber efectuado una campaña fundamental a todo lo largo de la isla, el Santo Padre ha tenido que reconocer, en la víspera de su viaje a México, que en Cuba no se habían introducido cambios de ninguna clase".

El articulista concluye afirmando que la reciente aprobación de la Ley de Protección de la Independencia Nacional, por el régimen de La Habana, "ha puesto de manifiesto la imposibilidad de resolver la situación de la isla mientras permanezca en el poder la pandilla de Fidel Castro", quien "ha demostrado su verdadera naturaleza". Y muestra "lo equivocado que han estado" ciertos líderes occidentales "al pensar que con el tiempo sería posible democratizar a Cuba: los planes del gobierno de Cuba demuestran que Castro pretende eternizarse en el poder mientras tenga alguna posibilidad de vida"