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"Así como existió y existe en las mazmorras de la isla un presidio político ‘plantado’-que jamás aceptó ni aceptará vestir el indigno uniforme del preso común- también existe y existirá un destierro ‘plantado’, que jamás acallará su voz, que jamás transigirá con la dictadura comunista, que jamás se dejará vencer por las humanas desilusiones, seguro de que -día más, día menos- la luz de la verdad y la libertad prevalecerá finalmente en nuestra Patria".

Con estas expresivas palabras -llenas de inquebrantable espíritu anticomunista- el ex preso político Armando Valladares concluía su artículo "Reunión Interamericana de Obispos: y los Pastores fueron al encuentro del Lobo...", publicado el 24 y 26 de febrero pp. en el Diario Las Américas (ediciones electrónica e impresa, respectivamente).

La expresión destierro "plantado", acuñada por Valladares, está alcanzando explicable repercusión entre los exiliados. En efecto, ella interpreta, de una manera al mismo tiempo sintética y rica en contenido, las mejores disposiciones de alma de aquellos desterrados cubanos dispuestos a continuar, esperando contra toda esperanza -según la expresión del Apóstol San Pablo- la lucha publicitaria anticastrista.

"Destierro ‘plantado’ constituye en sí mismo un slogan llamado a galvanizar a los exiliados; pero al mismo tiempo indica un programa de acción y una meta para el exilio, en estos momentos en que tantos intereses internacionales se conjugan para desalentarnos, paralizarnos, dividirnos, en fin, acallar nuestra voz", afirma a ese respecto el Dr. Enrique J. Cantón, de la Comisión de Estudios Por la Libertad de Cuba, de Miami.

Estimado amigo lector: más de una vez hemos requerido su valiosa ayuda, con opiniones y comentarios de diversa índole, relacionados con la causa de la libertad de Cuba. Si Vd. se siente motivado a opinar sobre el importante tema del destierro "plantado", está convidado a hacerlo. Simplemente, envíenos un mensaje a cdinfo@altavista.net , incluyendo su pensamiento a ese respecto. Su mensaje será de enorme utilidad tanto para los millares de visitantes de este webpage cuanto para el equipo del CubDest Servicio de Difusión.

¿Cuál es, a su modo de ver, el perfil moral de un desterrado "plantado"? ¿De qué manera un desterrado "plantado" debe enfrentar las adversidades, dificultades y hasta traiciones, para siempre resistir y continuar la lucha, no dejándose desalentar ni quebrar psicológicamente?

Otro punto muy importante: ¿cómo atraer e ir integrando en las filas del destierro "plantado" a las nuevas generaciones de cubanos, ya nacidos en el exilio?

Un tema delicado: ¿cómo despertar nuevamente el interés por la causa de la libertad de Cuba en aquellos exiliados que han ido poco a poco -y, muchas veces, de manera inadvertida- deslizándose hacia la apatía y la indiferencia?

No dude en enviar su opinión. Escríbanos ya a cdinfo@altavista.net

"La figura del Cardenal Mindszenty, con su heroica resistencia anticomunista, tanto en las prisiones comunistas húngaras, cuanto en el destierro, constituye un ejemplo admirable para todos los ‘plantados’ cubanos, en la isla y en el exilio", afirma el Sr. Roberto J. Arellano, de Miami.

El Sr. Miguel Uría, activo miembro de la colectividad cubana de New Orleans, directivo de la Organización Auténtica y redactor de la revista electrónica Guaracabuya, nos envía interesantes datos sobre la figura y el pensamiento del Cardenal Mindszenty.

Entre ellos, el Sr. Uría recuerda que la última presentación pública del Cardenal Mindszenty -antes de su fallecimiento, ocurrido el 6 de mayo de 1975- fue en la Asociación Patriótica José Martí, en Caracas, el 17 de abril de ese año, en un acto de homenaje a todos los mártires caídos en la lucha contra la tiranía castrista.

En dicha ocasión, los cubanos exiliados en Venezuela prestaron también su reconocimiento y admiración a gran Purpurado húngaro.

Nuestro misivista envía también algunos trechos de los escritos del eminente Cardenal. En 1974, cuando tomó conocimiento de su destitución del arzobispado de Esztergom, el Cardenal Mindszenty afirmó, entre otros conceptos: "La historia del bolchevismo, que se remonta ya a medio siglo, demuestra que la Iglesia no debe hacer presente ningún gesto conciliador a la espera de que cese por ello la persecución religiosa"...

En sus Memorias, Mons. Mindszenty recuerda las siniestras metas comunistas en relación a la Religión: "Todo concepto de Dios es una indecible indignidad, un despreciable autovómito, había escrito Lenin a Gorki, reconociendo de manera explícita que el programa comunista tenía como uno de sus objetivos la expansión del ateísmo. (...) Toda oposición es liquidada. Una consigna de los bolchevique dice así: ‘No quitamos las iglesias al pueblo, sino el pueblo a las iglesias’"...

También en las Memorias, el Purpurado narra las atrocidades comunistas cometidas por los rusos en Hungría en general, y en su diócesis en particular: "Al llegar a mi diócesis me contaron cosas horribles. Desde la entrada de los rusos, en el hospital de los hermanos mercedarios había ingresado un total de mil muchachas, de las cuales 800 sufrían contagio sifilítico. Muchas mujeres se habían quitado la vida y otras muchas habían perdido la razón. (...) No encontré más que seres aterrorizaddos, casas saqueadas e incendiadas, parroquias desiertas. (...) En el templo de Iszkaz los rusos habían entrado, vistiéndose con los hábitos sagrados y montados a caballo habían efectuado un desfile. (...) Por doquier se había asesinado y violado. No se libraron las niñas ni las ancianas".

Barbarie comunista -predicha por la Santísima Virgen en Fátima, Portugal, en 1917, al anunciar que Rusia esparciría sus errores por el mundo- sobre la que hoy se pretende colocar un manto de olvido, para facilitar una "reconciliación" inaceptable con quienes continúan siendo enemigos de Dios y la Iglesia.

Para leer la íntegra del artículo a que hace referencia el Sr. Uría, clique en http://www.autentico.org/oa09067.htm

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