Destaque Internacional, 20 de agosto de 2016. Se autoriza la difusión por cualquier medio, sin necesidad de citar la fuente.

Colombia:  Gobierno y FARC promueven “ideología de género”

En Bucaramanga, una ciudad del interior de Colombia, un cartel pequeño, aparentemente insignificante, en medio de la multitud,  denunció una gran verdad que está siendo ocultada por los principales medios de comunicación,  y silenciada  por ciertos líderes civiles y religiosos  pro-familia: “Las FARC también negocian la destrucción de la familia”.

1. El 10 de agosto de 2016, en toda Colombia, millares de personas salieron a las calles a protestar contra el gobierno del presidente  Santos por el intento de la ministra de Educación de querer imponer en las escuelas un manual promoviendo la llamada “ideología de género”, que constituye una revolución interna en el seno de las familias colombianas.

2. Al día siguiente, el presidente Santos se vio obligado a desmentir que el gobierno estuviera promoviendo la “ideología de género”. Sin embargo, el Procurador General de Colombia, Alejandro Ordóñez, afirmó de manera respetuosa, pero documentada,  que el presidente Santos no dijo la verdad, y que en realidad el gobierno sí  está promoviendo la “ideología de género”.

3. En Bucaramanga, una ciudad del interior de Colombia, un cartel pequeño, aparentemente insignificante, en medio de la multitud,  denunciaba otra gran verdad que está siendo ocultada por los principales medios de comunicación,  y silenciada  por ciertos líderes civiles y religiosos  pro-familia: “Las FARC también negocian la destrucción de la familia”.  

4. En efecto, ese pequeño pero simbólico cartel denuncia la promoción de la “ideología de género” por parte de las FARC y del gobierno, en los así llamados  acuerdos de “paz” de La Habana,  que el presidente Santos negó promover. En La Habana trabaja desde 2014  una ‘Subcomisión de Género‘, que se encargó de la redacción del punto 82 de los acuerdos de “paz”. En ese punto clave se propone que “hombres, mujeres, homosexuales, heterosexuales y personas con identidad diversa participen y se beneficien en igualdad de condiciones” de lo pactado en La Habana  (cfr. “Gobierno y FARC anuncian la política de género que marcará el posconflicto”, publicado por la revista progubernamental Semana, Bogotá,  24 de julio; cfr. también sobre el mismo tema, en la revista Semana, artículo del  17 de agosto de 2016).

5. Para medir la gravedad de esa referencia a la “ideología de género” en los acuerdos de “paz”,  es del caso recordar que los  acuerdos serán elevados a la categoría de norma supraconstitucional, es decir, serán inamovibles.

6. Si los acuerdos de “paz” se firman en La Habana, habrá un plebiscito en Colombia para refrendarlos o rechazarlos. Recientes encuestas muestran que la mayoría de la población no confía ni en el gobierno, ni en las FARC y menos aún en los llamados acuerdos de “paz”.

7. Es importante que el público “pro familia” y “pro vida” tenga siempre presente que existe una siniestra unidad en el actual proceso revolucionario en Colombia, motivo por el cual el pensamiento revolucionario de las FARC no solamente se aplica al campo económico y social, sino también al campo de la familia y de la moral. Es lo que recordó el pequeño gran cartel de Bucaramanga, llevado por un grupo de jóvenes  colombianos: “Las FARC también negocian la destrucción de la familia”.  Un pequeño cartel, conteniendo una gran verdad que debe ser difundida en Colombia y en los movimientos “pro familia” y “pro vida” de las Américas y del mundo entero.

 

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