Un análisis de Destaque Internacional –
Sábado 20 de febrero de 2016. Francisco,
México y Cuba: dos pesos y dos medidas 1. El
papa Francisco, en sus viajes a Cuba, en septiembre de 2015 y febrero de 2016,
y en su viaje a México, realizado también en febrero de 2016, pareció haber
usado dos pesos y dos medidas para juzgar las situaciones políticas, religiosas
y sociales en ambos países. 2. A
ese respecto, es suficiente comparar, aunque sea brevemente, sus actitudes en los
siguientes cuatro niveles: ante los respectivos líderes políticos, líderes
religiosos, trabajadores y presos. * Con
los dictadores cubanos, el pontífice tuvo las mayores amabilidades y los
mayores elogios, según se ha analizado en varios editoriales de Destaque
Internacional, que pueden leerse en el sitio web www.cubdest.org . Con los líderes políticos mexicanos, en
cambio, manifestó frialdad y censura, directa o indirecta. En su último
discurso en México, llegó a aludir a Nínive, “una gran ciudad que se estaba
autodestruyendo, fruto de la opresión y la degradación, de la violencia y de la
injusticia”. Por mucho que esos calificativos se puedan aplicar a aspectos
importantes de la vida de la sociedad mexicana, ese país por lo menos posee un
sistema democrático, donde se respetan la propiedad privada y la libre
iniciativa; la libertad de expresión, la libertad religiosa, la libertad de
movimiento, etc. En Cuba, en cambio, la autodestrucción, opresión, violencia e
injusticia que existía en Nínive son intrínsecas a la sociedad comunista; y no
existe ninguna de las libertades enumeradas en el caso mexicano, porque se
encargó de asfixiarlas un poder central omnímodo al servicio de una ideología
intrínsecamente perversa. * En
la isla-cárcel, el pontífice elogió y se solidarizó con los obispos católicos
cubanos que, como se sabe, tienen una lamentable trayectoria de colaboración con
el régimen castrista. En México, por el contrario, llegó a efectuar críticas
públicas a quienes denominó “obispos de Estado”, por su alegado acercamiento
con el gobierno. * En
Cuba, incomprensiblemente dejó esperando a los presos, especialmente a los
presos políticos y de conciencia, lo cual creó profundo dolor y consternación.
En México, en sentido diferente, visitó una prisión y saludó a presidiarios y
presidiarias. * En
la isla-cárcel no dijo ni una palabra, siquiera tangencial, sobre la esclavitud
laboral y la miseria social, que son frutos intrínsecos del sistema comunista.
En México, en sentido contrario, en reunión con empresarios, condenó
severamente la “esclavitud” y censuró duramente, por enésima vez, los sistemas económicos
basados en la propiedad privada. * Especialmente
simbólico fue el episodio de su reprensión, con una violencia verbal inédita en
un pontífice, a un joven que sin duda imprudentemente, en su afán de saludarlo,
le tironeó un brazo. Más allá de la censurable actitud juvenil, llamó la
atención, e inclusive hizo estremecer a muchos, la desproporción de la reacción
papal contra el joven mexicano. Francisco, mientras gesticulaba y pronunciaba
sus palabras de censura, parecía estar descontrolado. Un joven imprudente fue
aplastado y estigmatizado por el pontífice Francisco tal vez para el resto de
su vida, mientras que, como se dijo, los líderes comunistas cubanos solamente ganaron
sonrisas y elogios. 3. Los
dos pesos y dos medidas de Francisco en Cuba y en México constituyen nuevos
ejemplos de lamentables connotaciones políticas de su pontificado, que han
favorecido a las izquierdas. Artículos
relacionados: Incomprensibles
elogios de Francisco a Cuba comunista http://www.cubdest.org/1606/c1602cubaunid.htm Encuentro
Francisco – Kirill: preocupantes dimensiones políticas http://www.cubdest.org/1606/c1602kirill.htm Francisco
y Cuba comunista: 15 artículos