Apuntes de Destaque Internacional. 01 de noviembre de 2015. Responsable:
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Peronismo, petismo y multipopulismos
Todo cuidado es
poco con las engañosas cepas multipopulistas que
pasan de la izquierda al centro cuando el público se despierta de la modorra, y
del centro hacia la izquierda cuando ese mismo público vuelve a dormitar
1. El giro hacia el centro del candidato peronista,
Daniel Scioli, no fue suficiente como para que éste consiguiese tomar distancia de la izquierdista presidenta
Cristina Kirchner, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales
argentinas del 25 de octubre pp.
2. El resultado de esa identificación no deseada del
propio candidato gubernamental Scioli con la
desprestigiada presidenta Kirchner fue que solamente obtuvo el 36,86% de los
votos, siendo que esperaba obtener una mayoría absoluta. El candidato opositor
Mauricio Macri, que se sitúa en el centro político y
promete más respeto a la iniciativa privada en el terreno económico, recibió el
34,33% de los votos. La victoria a duras penas del candidato peronista en la
primera vuelta, con un margen del 2,53%, abre una incógnita sobre quién será el
ganador de la segunda vuelta del 22 de noviembre próximo.
3. Esa ajustada victoria peronista de la primera vuelta
fue considerada casi unánimemente, por griegos y troyanos, como un fiasco del kirchnerismo y de las izquierdas argentinas. Al mismo
tiempo, en Brasil, el petismo populista al cual
pertenecen la presidenta Dilma y su mentor, el ex
presidente Lula, continúa hundiéndose en el barro de la corrupción y el desprestigio.
4. La crisis populista en Argentina y en Brasil está
justificadamente despertando alivio y suscitando ánimo entre los respectivos
opositores de esos países. Pero se debería tener la precaución de no dejarse
llevar anticipadamente por optimismos fáciles que desarmen los espíritus y
desmovilicen a los antipopulistas.
5. En efecto, es más seguro continuar con una actitud de
sana desconfianza, si se considera que ciertas figuras opositoras en Argentina
y en Brasil también están contaminadas ellas mismas por variables dosis de
populismo y de corrupción.
6. Además, si bien es verdad que existe una acentuada
decadencia peronista–petista, también es una realidad que algunos populismos
latinoamericanos son como ciertas cepas de hierbas malas que, a través de
modificaciones genéticas, crean resistencias a los plaguicidas y, por tal
motivo, continúan sobreviviendo.
7. Se trata de cepas multipopulistas
con capacidad para metamorfosearse rápidamente, y con flexibilidad genética
suficiente como para pasar de la izquierda al centro cuando el público se
despierta de la modorra, y del centro hacia la izquierda cuando ese mismo
público vuelve a dormitar políticamente. Todo cuidado es poco con las cepas multipopulistas, al mismo tiempo
flexibles y engañosas: peronista en Argentina, petista en Brasil,
frenteamplista en Uruguay, etc. Ellas producen la hierba mala
sudamericana del momento, que se debe denunciar con argumentos claros y
convincentes. Argumentos que sean al mismo tiempo suficientemente simples como
para que lleguen a toda la población y desenmascaren el código genético del multipopulismo sudamericano. Se trata de un desafío
histórico para el centro y la derecha de los aludidos países. Un desafío
difícil, pero no imposible. Si fuera una tarea fácil, dejaría de ser un
desafío.