1. La reelecta presidenta de Brasil, Sra. Dilma Rousseff, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), en sus primeras palabras de festejo y de alivio ante la ajustada victoria electoral, prometió: “Mi primer compromiso de este segundo mandato es el diálogo”.
2. Esa promesa presidencial de “diálogo”, reiterada en varias partes de su discurso, es exactamente lo contrario de lo que ella dijo e hizo a lo largo de su primer mandato, marcado por la intolerancia política, por la asfixia de la propiedad privada y la libre iniciativa, por la corrupción gubernamental y por una política externa pro-chavista. Todo lo anterior contribuyó a dividir al país por la mitad, y consiguió llevar a los opositores de la Sra. Rousseff a una situación de hartazgo inédita en la historia de ese país, conocido por su cordialidad.
3. La Sra. Rousseff, independientemente de sus intenciones, contribuyó decisivamente para someter al Brasil a una especie de “centellografía” política. La centellografía es un examen de medicina nuclear que consiste en aplicar en el torrente sanguíneo una sustancia química denominada radionúclido que sirve para diagnosticar, por ejemplo, el estado de las arterias coronarias, analizar su eventual grado de obstrucción, definir el eventual riesgo de infarto del paciente e indicar las arterias que se deberán desobstruir.
4. Los resultados de la “centellografía” a la cual se sometió al Brasil dejaron claro que el país llegó en vísperas de las elecciones al borde del infarto político.
5. La presidenta reelecta percibió que su figura ha sido la principal causante del estrés político brasileño, ante el elevado índice de rechazo a su gobierno por la mitad de los electores. Se explica entonces que la Sra. Rousseff haya aplicado, en su discurso de celebración, una primera dosis de botox político, la promesa de “diálogo”, para suavizar su perfil autoritario; y en días subsiguientes ha continuado aplicando otras dosis de botox distensivo, tales como sondeos a figuras empresariales de prestigio que puedan ocupar el ministerio de Hacienda y otros cargos sensibles del área económica.
6. El problema es que el riesgo de infarto no se disminuye con botox, sino con una desobstrucción de las arterias comprometidas; y, por lo menos hasta el momento, no existen indicios concretos, más allá de palabras que el viento puede llevarse, de que la Sra. Rousseff esté dispuesta sinceramente a retroceder en sus actitudes izquierdistas que llevaron al país a una tensión política tal vez inédita.
7. Los millones de brasileños que están disconformes con el gobierno izquierdista tienen la oportunidad histórica de llevar adelante una oposición racional e inteligente, con análisis serios, con eventuales denuncias debidamente fundamentadas, buscando un lenguaje adecuado para comunicarse con el centro decisivo y con aquellos sectores que tiendan a desmovilizarse por los efectos optimistas del botox político gubernamental, evitando al mismo tiempo caer en el juego de las oposiciones meramente temperamentales.
8. La actual volubilidad de sectores de la opinión pública del Brasil, y de otros países latinoamericanos, ha sido aprovechada por los gobiernos izquierdistas de la región para fomentar diversos neopopulismos. Esa volubilidad llega al punto de que muchos se pregunten si una especie de “temperamento público” no estará sustituyendo a la propia “opinión pública”, que se caracterizó por el predominio de la racionalidad sobre las emociones. Hacer que la racionalidad y el sentido común vuelvan a prevalecer es uno de los mayores desafíos para los defensores de la libertad.
AVISO IMPORTANTE: estos Apuntes de Destaque Internacional son breves comentarios interactivos y esquemáticos, de carácter oficioso, que no necesariamente representan la opinión de todos los miembros de su consejo de redacción.
Los comentarios se destinan a llamar la atención sobre temas “políticamente incorrectos” y que suelen quedar al margen, a pesar de que son vitales para la sociedad. Nuestra finalidad es la de estimular debates y remover anestesias.
Son bienvenidas sugerencias, opiniones y críticas, además de solicitudes de remoción de la lista, a través del e-mail destaque2016@gmail.com