Francisco, pro-castristas y confusión
Por Armando F.
Valladares
Miami, Florida, 06 de
agosto de 2014
armandovalladares2012@gmail.com (este artículo puede difundirse
libremente, citando al autor)
El papa Francisco
acaba de revocar la “suspensión a divinis” del sacerdote nicaragüense Miguel
D’Escoto Brockmann, ex canciller sandinista, una de las figuras más
pro-castristas de la teología de la liberación. El sacerdote D’Escoto había
sido sancionado en 1984 por su participación en la persecución a los católicos
nicaragüenses durante el primer gobierno sandinista.
No consta que el
padre D’Escoto se haya retractado de sus graves actitudes pasadas, incluyendo
el apoyo ostensivo a la dictadura castrista, favoreciendo la continuación de la
esclavitud del pueblo cubano. Según la agencia católica ACI, al día siguiente
de la renuncia de Benedicto XVI, el padre D’Escoto declaró a la cadena chavista
Telesur que para que ocurra “una real
transformación” en los católicos ya no es suficiente que simplemente “cambie un
Papa”. Y señaló el requisito indispensable para impulsar la revolución de la
Iglesia, por dentro: “Lo primero que un cristiano tiene que ser es
antimperialista y anticapitalista”.
Francisco ya había
sorprendido cuando en septiembre de 2013 recibió en el Vaticano al “profeta” de
la teología de la liberación, el sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez. Fue un
gesto que los observadores indicaron como el comienzo de la “rehabilitación” de
la nefasta teología de la liberación, que en décadas pasadas se alió a las
izquierdas políticas de América latina y el Caribe para intentar transformar al
continente en una gigantesca Cuba.
Francisco también sorprendió
cuando declaró que podían existir marxistas “buenos” y que el ex tupamaro José
Mujica, actual presidente del Uruguay, una de las figuras latinoamericanas que
más continúa apoyando a Cuba comunista, era un hombre “sabio”.
Hace pocos días,
según información del periódico argentino La Nación, hasta ahora no desmentida,
el vicegobernador de Buenos Aires, Gabriel Marotto, llegando de Roma, de una
segunda entrevista con el pontífice, dijo que Francisco tejió elogios a las
presidentas Dilma y Kirchner, y a los presidentes Evo Morales y Correa, todos
ellos mandatarios que continúan contribuyendo a salvar del naufragio a la
dictadura castrista; y habría manifestado que ve “con buenos ojos” el
acercamiento latinoamericano con Rusia y China (La Nación, Buenos Aires, 22 de
julio de 2014).
Lamentablemente, en
relación a América latina, esos dichos y gestos de Francisco favorecen directa
o indirectamente a las izquierdas continentales y dejan flotando en el aire una
sensación de confusión.
En junio de 2014, otro
sacerdote nicaragüense, teólogo de la liberación y también ex ministro
sandinista, Ernesto Cardenal, llegó a decir lleno de esperanza que
"Francisco es un milagro, un Papa que ha renunciado a vivir como
Papa" y añadió que lo elogia especialmente porque está poniendo "las
cosas al revés".
Armando
Valladares, escritor, pintor y poeta. Pasó 22 años en las cárceles políticas de
Cuba. Es autor del best-seller "Contra toda esperanza", donde narra
el horror de las prisiones castristas. Fue embajador de los Estados Unidos ante
la Comisión de Derechos Humanos de la ONU bajo las administraciones Reagan y
Bush. Recibió la Medalla Presidencial del Ciudadano y el Superior Award del
Departamento de Estado. Ha escrito numerosos artículos sobre la colaboración
eclesiástica con el comunismo cubano y sobre la "ostpolitik" vaticana
hacia Cuba.