Apuntes de Destaque Internacional (texto
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Sábado 21 de
diciembre de 2013. Responsable: Javier González. E-mail: destaque2016@gmail.com
En una nueva entrevista
concedida a periodistas italianos, el pontífice Francisco acaba de declarar que
conoce a “muchos marxistas buenos”, a pesar de que considera que el marxismo
está “equivocado” (La Stampa, Italia, 14 de diciembre de 2013).
América latina fue asolada
por revoluciones marxistas, que provocaron torrentes de miseria, injusticia y
sangre, y varios actuales gobernantes están impregnados en mayor o menor grado
con esa ideología. En ese sentido, la declaración papal sobre los “marxistas
buenos” dejó a muchos latinoamericanos en la mayor desazón.
En efecto, ¿cómo es posible
que un árbol “equivocado” pueda dar frutos “buenos”?
Según la parábola del
Evangelio (San Mateo, 7,18), todo indica que es algo imposible.
Entonces, queda una duda
sobre quiénes serían esos “marxistas buenos” que el pontífice alega conocer.
Lamentablemente, no menciona casos concretos que servirían para tratar de
entender el alcance de su osada afirmación.
El presidente de Uruguay,
José Mujica, casi fue “beatificado” en vida por Francisco, quien lo calificó
como un “sabio” después de haberle concedido una larga entrevista; y la revista
The Economist acaba de escogerlo como el hombre del año porque liberó el
consumo de marihuana, el aborto y el “casamiento” homosexual. ¿Sería Mujica uno
de esos “marxistas buenos”?
Siguiendo esa línea de
raciocinio, junto a los marxistas “buenos” y a los marxistas “equivocados”,
¿habría algunos marxistas “malos”? ¿Y qué tipo de marxistas, según esa escala,
serían los tiranos Castro, Evo Morales, los guerrilleros colombianos de las
FARC, Rafael Correa, Maduro y otros gobernantes continentales de izquierda que
podrían ser aquí citados?
En realidad, sobre el
comunismo, el juicio de la doctrina de la Iglesia católica siempre fue mucho
más allá de la mera “equivocación”. Baste mencionar al papa Pio XI, quien en su
encíclica “Divini Redemptoris” calificó al marxismo como “satánico” e
“intrínsecamente perverso”.
El ex vicepresidente
estadounidense Al Gore acaba de afirmar que nunca antes en la historia de la
humanidad se produjeron al mismo tiempo tantas revoluciones como en este
momento histórico (entrevista exclusiva al periódico “Valor Económico”, Brasil,
20 de diciembre de 2013).
En ese sentido, con todo el debido respeto, las declaraciones del
pontífice Francisco sobre los supuestos marxistas “buenos’, en momentos en que
varios países latinoamericanos están gobernados por líderes de extracción
marxista, tienden objetivamente a desalentar las sanas reacciones doctrinales
de quienes resisten a la corriente izquierdizante. Al mismo tiempo, acentúan el
caos mental y contribuyen a diseminar
entre los católicos una nueva revolución, la “revolución de la confusión”.
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