1. En Brasil, las manifestaciones callejeras han conseguido crear expectativas y obtener la adhesión de sectores centristas de la sociedad, que están cansados de la "hegemonía" de una década del gobernante Partido de los Trabajadores (PT); una "hegemonía" que hasta el momento parecía a prueba de crisis y de terremotos.

2. Es explicable que ese sentimiento anti-PT haya llevado a los referidos sectores centristas a adherirse a las manifestaciones. Lo que no se explica tanto, y causa perplejidad, es que medios de comunicación también centristas, como es el caso del semanario "Veja", estén haciendo llamados a nada temer, a "oír las calles", a embeberse de la "energía pura" que impregnaría las manifestaciones y, en el fondo, a desactivar la intuitiva desconfianza de los brasileños; una desconfianza que resulta necesaria especialmente en los momentos de inestabilidad social. En su reciente editorial "Sin miedo de lo nuevo", presentando un número "histórico" titulado "Los siete días que cambiaron a Brasil", la revista de mayor circulación de ese país afirma sin prevenciones que en la actual coyuntura el "error fatal" sería "temer lo nuevo" que está llegando.

3. El referido editorial trata de tranquilizar a sus lectores, para que éstos más fácilmente concedan esa adhesión "sin miedo" a las manifestaciones, narrando episodios en los cuales militantes de los progubernamentales e izquierdistas Partido de los Trabajadores (PT) y Central Única de los Trabajadores (CUT) fueron expulsados "vigorosamente" de las manifestaciones. Esos hechos son presentados a los lectores como una garantía suficiente de confiabilidad en las protestas. Sin embargo, el editorial parece ignorar que quienes expulsaron violentamente al PT fueron grupos que cuestionan no solamente a ese partido de izquierda, sino a todos los partidos y al propio sistema democrático.

4. El editorial añade que "los brasileños que están saliendo a las calles no admiten más ser usados como masa de maniobra por partidos y políticos profesionales". Pero parece ignorar que, sin la necesaria vigilancia, los ciudadanos bien intencionados que participen en las manifestaciones podrán convertirse en masa de maniobra o carne de cañón de sectores radicales y extremistas. El editorial se encarga también de minimizar el componente anárquico presente en ciertos articuladores de las manifestaciones, limitándose a constatar de pasada que "algunos" participantes "exhibieron carteles con frases anárquicas". Si fuera solamente la exhibición de carteles, sin despertar manifestaciones de inconformidad del público participante, ya sería un motivo de preocupación. Pero la presencia visible e invisible de las redes anarquistas fue mucho más allá de la exhibición de carteles. La impresión que se tiene es que a toda costa el editorial de "Veja" trata de proteger los efectos del spray de optimismo que lanzó sobre sus lectores.

5. El sentido común y los propios hechos indican que la "energía pura" que "Veja" cree percibir en las manifestaciones tal vez no sea tan "pura" e incontaminada. Y causa perplejidad la contribución de esa publicación para desactivar la desconfianza de brasileños y de latinoamericanos, para que queden desprevenidos y "sin miedo de lo nuevo" que estarían aportando las manifestaciones.

6. Poco o casi nada se ha hablado sobre la influencia del Foro Social Mundial de Porto Alegre (FSM) sobre dirigentes clave de las manifestaciones. En el FSM, durante sucesivas reuniones anuales, millares de activistas de Brasil, de América latina y del mundo entero estudiaron y explicitaron nuevos métodos para llevar adelante formas de neorevolución anárquica, inclusive y especialmente a través del uso de las redes sociales. En la ocasión, Destaque Internacional publicó 60 artículos sobre esos nuevos métodos de desestabilización social, cuyos links se ponen hoy a disposición de los lectores, gratuitamente. Basta hacer clic en: http://www.cubdest.org/1306/c1306seriefsm.html

7. Los propios dirigentes del Movimiento Boleto Libre, quienes lanzaron a través de las redes sociales las primeras convocatorias para las actuales movilizaciones, reconocen que ese movimiento nació en el Foro Social Mundial (FSM).

8. Una oposición seria al Partido de los Trabajadores (PT), basada en principios cristianos, no puede limitarse a la denuncia de la "corrupción", que es una de las banderas que tomó las calles, porque se sabe que la "corrupción" no es una exclusividad del PT y está presente lamentablemente, aunque en grados diferentes, en todo el cuerpo social. Una oposición seria al Partido de los Trabajadores (PT) no puede dejar de lado la defensa de los principios morales, familiares y sociales cristianos, y el señalamiento de que el PT ha hecho ejercicio del Poder Ejecutivo y Legislativo para impulsar una revolución de las mentalidades, contribuyendo a una consecuente desfiguración de la sociedad, con efectos de destrucción mental talvez mayores, en algunos aspectos, que los alcanzados por la revolución de las estructuras en Rusia, Cuba y en los demás países comunistas.

9. Sobre esa revolución de las mentalidades, tan importante, tan relevante y tan preocupante, poco o nada se habla. En las manifestaciones, ni siquiera se insinúa el tema. En el Foro Social Mundial de Porto Alegre (FSM) sí se estudió el tema en profundidad, y se reconoció que en la actual coyuntura es un camino más importante para alcanzar la común meta anárquica que la propia revolución de las estructuras.

10. Las presentes reflexiones e interrogaciones son planteadas por no brasileños, geográficamente distantes, pero espiritualmente muy cerca de esa gran nación, la Tierra de la Santa Cruz, cuyo presente y futuro puede decidir los rumbos de toda América latina.