Destaque Internacional - Año XIV - No. 368 - 12 de noviembre de 2012. Editorial interactivo. Responsable: Javier González. Son bienvenidas sugerencias, opiniones y críticas. E-mail: destaque2016@gmail.com El presente texto puede difundirse libremente, inclusive sin citar la fuente.
Un enfoque sudamericano (05)
Estados Unidos: post elecciones, miopía y América latina
1.
El altísimo precio que los republicanos pagaron por ignorar a los ciudadanos de origen latinoamericano o hispanoamericano fue nada más y nada menos que la derrota electoral en las recientes elecciones presidenciales del 6 de noviembre pp. Los republicanos perdieron de esa manera la posibilidad de retomar las riendas del gobierno y de enmendar el rumbo de una nación que continúa siendo la más influyente del mundo.2.
El verdadero aporte que el mundo latino está llamado a dar a los Estados Unidos es diametralmente contrario al que esperan los denominados "liberals" estadounidenses y los izquierdistas latinoamericanos. Éstos desean que los latinos se transformen en un caballo de Troya psicológico para desestabilizar desde dentro a los Estados Unidos, y colaborar con la "revolución anticultural" que va carcomiendo a ese país y a otras naciones. Nosotros, en cambio, esperamos que vastos conglomerados latinos contribuyan a fortalecer los principios familiares, el sentido de la propiedad y los valores morales cristianos, todo lo cual constituirá un aporte de fundamental importancia para un futuro de estabilidad y prosperidad de esa gran nación.3.
Según institutos especializados, el voto hispano jugó un papel decisivo en la victoria de Obama precisamente en los estados claves que consolidaron su victoria: Ohio, Nevada, Nuevo México, Virginia y Florida. Por la primera vez el voto latino superó el 10% del total, consolidándose como la minoría más numerosa. De ese 10%, el 71% votó a Obama y solamente el 23% dio su voto a Romney. Incluso entre los cubanoamericanos de la Florida, políticamente más inclinados a votar en el candidato más conservador, Obama consiguió el 47%. Según Gary M. Segura, director de la encuestadora LatinoDecisions/Impremedia, "por primera vez, los latinos pueden decir que su voto fue decisivo". Y lo será cada vez más. Según datos confiables, todos los meses 50 mil hispanos cumplen 18 años, lo que significa 600 mil nuevos votantes por año.4.
Los republicanos no podían ignorar que los "liberals" estadounidenses, y las izquierdas en general, ven a los latinos como un potencial caldo de cultivo revolucionario. Y actúan a través de una red de organizaciones sociales con vastos recursos financieros para incentivar ese caldo de cultivo que, desde las entrañas de los Estados Unidos, potencialmente se puede volver contra su propio país. Tampoco podían ignorar la necesidad de una política realista, de sentido común hacia los electores de origen latinoamericano, inclusive sobre el delicado tema de la inmigración. Pero el candidato presidencial republicano y sus asesores, propugnando duras medidas anti-inmigratorias, incluyendo una impopular propuesta de "autodeportación" para 11 millones de indocumentados, hicieron todo lo necesario para indisponer a la mayoría de los hispanos en su contra y lanzarlos en los brazos del candidato ganador.5.
Esa especie de miopía mental y psicológica de los republicanos hacia los latinos fue de tal magnitud que llega a resultar inclusive enigmática. ¿Cómo es posible que un partido con tantos especialistas preparados intelectualmente, que estudian a fondo los problemas nacionales e internacionales, que se pasan años y hasta décadas investigando y proponiendo recomendaciones de política interna y externa, no haya sido capaz de trazar una estrategia adecuada en relación al mundo hispano, la minoría que en los Estados Unidos talvez más crece, que ya fue decisiva en esta elección presidencial y que lo será cada vez más en las próximas elecciones?6.
Entre las figuras republicanas que trataron de corregir la posición del candidato republicano hacia los hispanos se destacan dos figuras cubanoamericanas, ambas de la Florida: el joven senador Marco Rubio, una de las figuras con más futuro dentro de su partido, y la congresista Ileana Ros Lehtinen, presidenta del influyente comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados. Sin duda, ambos pueden tener papeles fundamentales para la rectificación de rumbos del Partido Republicano con relación al público latino.7.
En nuestro caso, en cuanto observadores políticos sudamericanos, sin ningún vínculo partidario, podemos ahora analizar con tranquilidad de conciencia el delicado tema del papel de los hispanos en el reciente traspié republicano. En efecto, previamente advertimos, en cuatro editoriales difundidos entre agosto y noviembre, en las redes sociales y en Internet, en inglés, en español y en portugués, en Estados Unidos y en América latina, que el resultado electoral podía llegar a depender de la creciente minoría hispana. Y que no se comprendía, ni se justificaba, que el centro y la derecha estadounidense continuasen ignorando a sus conciudadanos hispanos. Inclusive ya habíamos abordado el mismo tema antes las elecciones presidenciales de 2000, 2004 y 2008, enfocando especialmente el caso de la Florida. Este estado cuenta con un importantísimo contingente de cubanoamericanos que siempre han sido cortejados por el Partido Demócrata, con estrategias de seducción que en las elecciones de 2012 lamentablemente funcionaron, disminuyendo el caudal de votos republicanos en la Florida.8.
Es importante aclarar que, tanto en estas elecciones como en las anteriores, nunca dimos un cheque en blanco a ningún candidato presidencial estadounidense, porque siempre vimos con preocupación el desdén con que durante décadas los sucesivos candidatos vieron a América latina. No obstante, nuestra desconfianza mayor fue y continúa siendo en relación al Partido Demócrata, porque de una u otra manera su política externa hacia América latina, ha terminado beneficiando a las izquierdas latinoamericanas.9.
Como ya tuvimos ocasión de manifestar, con la victoria de Obama podrá continuar la erosión del liderazgo estadounidense en América latina, y los nuevos populismos se podrán sentir con las manos más libres para continuar degradando el estado de Derecho en varios países de la región, como Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina, al tiempo que mantienen a flote al vergonzoso régimen cubano. También es preocupante el hecho de que en América latina el imperialismo chino se está sintiendo con las fauces libres, como lobo en el gallinero, favorecido por la inercia y hasta la connivencia de la diplomacia estadounidense.10.
Deseamos sinceramente que en los Estados Unidos existan saludables contrapesos políticos. Analistas estadounidenses llegan a decir que si el Partido Republicano continúa sin presentar a los hispanos un mensaje coherente, claro y atrayente, está en juego la propia supervivencia de ese partido. Y en consecuencia se verá comprometido el papel republicano de necesario contrapeso en la política estadounidense. Por el bien de los Estados Unidos y por el bien de América latina, es de desear que en filas republicanas se pueda superar esa especie de miopía con relación al mundo latino, dentro y fuera de los Estados Unidos.Cuatro editoriales anteriores sobre el tema:
Elecciones estadounidenses: Raúl Castro "vota" en la Florida
http://www.cubdest.org/1206/c1210eeuucu04.html
Estados Unidos: elecciones presidenciales, América Latina y Cuba
http://www.cubdest.org/1206/c1209eeuucu.htmlElecciones presidenciales: América latina dentro de Estados Unidos
http://www.cubdest.org/1206/c1209eeuucu02.htmlElecciones estadounidenses y política externa: liderazgo o decadencia
http://www.cubdest.org/1206/c1210eeuucu03.htmlSee also:
US Presidential elections, Latin America & Cuba
http://www.cubdest.org/1206/c1209eeuucue.htmlUS Presidential elections: Latin America within the US
http://www.cubdest.org/1206/c1209eeuucue02.htmlAmerican elections & foreign policy: leadership or decadence
http://www.cubdest.org/1206/c1210eeuucue03.html