Destaque Internacional - Informes de Coyuntura - Año XII - No. 308 - Madrid - San José de Costa Rica - Santiago de Chile, 20 de septiembre de 2010 - Responsable: Javier González

Ver al final el link para el artículo del periódico The Guardian sobre el "saqueo" económico que China estaría haciendo en Brasil.

América Latina, metástasis china y urgente contrapeso

 La invasión económica de China en Brasil y América Latina amenaza transformar al continente en una especie de satélite del dragón rojo, con potenciales transformaciones culturales, psicológicas y políticas; la competencia de los chinos es desleal, y no se trata de una acción de la iniciativa privada china sino de una invasión del propio Estado chino

1. En lo que va de 2010, China se ha dedicado a "comprar" América Latina ante el desinterés aparente de los Estados Unidos y de las demás potencias occidentales. Esas potencias parecen bostezar delante del neocolonialismo impulsado por un enigmático "capitalcomunismo" chino, cuya esencia es difícil de definir pero cuya influencia con certeza se expande como una sui generis metástasis por las Américas.

2. La Venezuela de Chávez recibió de China, en el primer semestre de 2010, líneas de crédito de 20 mil millones de dólares. Ecuador, después de modestos 56 millones de inversiones directas de China en 2009, firmó este año contratos por 5 mil millones en el área de petróleo y energía hidroeléctrica. Perú, durante el primer semestre, recibió inversiones en minería por 1.400 millones de dólares, y China se transformó en el segundo socio comercial del país.

3. El caso del gigantesco Brasil es especialmente notorio en materia de invasión económica de China, que pasó a ser en 2010 la principal socia comercial de ese país, desplazando a los Estados Unidos. A comienzos de año, Petrobrás firmó un acuerdo para abastecer a China durante 10 años con 200 mil barriles de petróleo diarios. Las compras de alimentos y minerales superaron los 20 mil millones en el primer semestre. Los chinos compran todas las tierras y minas que encuentran a la venta y que la legislación les permite comprar.

Hace pocos días, el periódico The Guardian publicó un reportaje especial preguntando si, en vez de "socia comercial", China no podría ser más apropiadamente denominada "saqueadora" del Brasil. En amplio reportaje, el periódico inglés muestra que los chinos están financiando la construcción del superpuerto de Açu, en São João da Barra, al norte del Estado de Rio de Janeiro, para exportar a China toda clase de productos alimenticios y de minerales. El referido superpuerto será una gigantesca "autopista marítima hacia China", y se ha llegado al punto de que un gran empresario financia cursos gratuitos de mandarín para la población de esa ciudad brasileña. A través de esa "autopista marítima", cada año serán transportados a China "miles de toneladas de mineral de hierro, granos y millones de barriles de petróleo", para "aliviar la aparentemente insaciable sed de China por recursos naturales", comenta el periódico inglés.

3. No en vano, el presidente de la Federación de Industrias del Estado de São Paulo, Benjamin Steinbruch, hizo un llamado al actual gobierno brasileño para poner frenos legales a la invasión económica china. El mencionado empresario aclara que la competencia de los chinos es totalmente "desleal", y que no se trata de una acción de la iniciativa privada china sino de una invasión del propio Estado chino.

El nuevo gobierno brasileño que surja de las próximas elecciones nacionales tendrá delante de sí la disyuntiva de cambiar su conducta externa con relación a China o de transformarse en una especie de satélite económico, junto con otras naciones latinoamericanas. Mas aún. La invasión económica de China en Brasil y América Latina no solamente amenaza transformar al continente en una especie de satélite del dragón rojo, sino que podrá provocar gigantescas transformaciones culturales, psicológicas y políticas.

4. En ese contexto, suenan superficiales e inclusive irresponsables las declaraciones recientes efectuadas en Pekín por el secretario de Estado adjunto de los Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, en el sentido de que ve con "buenos ojos" las inversiones chinas en América Latina, y que éstas no serían "ni una preocupación ni una amenaza".

5. En sentido diferente, son de destacar las declaraciones de varios cancilleres de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) manifestando malestar ante la arrogancia regional china, especialmente por sus pretensiones hegemónicas en el Mar de la China meridional. Por su parte, en Japón, se destaca la amplia victoria electoral obtenida por el actual primer ministro pro occidental Naoto Kan, en las elecciones internas del gobernante Partido Democrático (PD), sobre su rival pro chino Ichiro Ozawa. Japón, Corea del Sur y otras naciones del Sudeste Asiático están en condiciones de constituirse en un importante y decisivo contrapeso para las pretensiones hegemónicas de China.

6. Contra el sistema totalitario chino poco o casi nada se habla, ni siquiera se chista. Hecha la salvedad de honrosas excepciones, se trata de un conformismo psicológico de naturaleza casi hipnótica, se diría que suicida. Ese conformismo parece haber tomado cuenta de muchas mentalidades gubernamentales, diplomáticas y empresariales. Tampoco se chista cuando grandes empresas radicadas en China son obligadas a abrir sus secretos industriales y enigmáticamente aceptan esas pesadas condiciones, aún sabiendo que China copiará los productos, los fabricará y distribuirá en Occidente como productos "genéricos", a precios muchos más bajos. Casi no se habla de los "derechos humanos" violados por un Estado totalitario y que reduce a un trabajo semiesclavo, para decir lo menos, a millones de chinos dedicados a producir artículos con bajos costos que inundan América Latina.

7. Paradójicamente, lo que nunca se permitió al "imperialismo" estadounidense se está permitiendo al "neoimperialismo" chino. La frase atribuida a Lenin, de que "los mismos burgueses van entregar la cuerda con la que los vamos a ahorcar", parece adquirir, en el caso de China, una enorme actualidad, sea cual sea la ideología que esté actualmente por detrás del misterio chino.

¿Quién podrá garantizar que la influencia económica china en América Latina no redunde en exigencias en el corto y mediano plazo, que nos conduzcan a formas de neoesclavitud psicológica, cultural y hasta política?

Negar la influencia internacional del dragón chino sería irreal; pero, por otro lado, sería ingenuo no sospechar que la metástasis china pueda tener componentes publicitarios similares a los usados por la antigua Unión Sovietica para impresionar a los occidentales. Buena parte de los supuestos "logros" soviéticos en los campos militar, económico y tecnológico eran simples mentiras transformadas en verdades a través de trucos publicitarios. ¿En qué medida y en qué porcentajes se mezclan las verdades y las mentiras en el caso de China? Cabe a los especialistas y a los formadores de opinión estudiar objetivamente ese problema.

Link del artículo del periódico The Guardian sobre el "saqueo" que China estaría haciendo en el Brasil:

http://www.guardian.co.uk/world/2010/sep/15/brazil-port-china-drive