Destaque Internacional - Informes de Coyuntura - Año XI - No. 245 - San José de Costa Rica - 20 de mayo de 2008 - Responsable: Javier González.
El Uruguay del Frente: fantasmas de corrupción gubernamental, pobreza y anestesia
En el Uruguay de hoy parece reinar un curioso proceso de desideologización selectiva, por el cual los temas ideológicos que no le convienen al Frente en particular, y a las izquierdas en general, son misteriosamente dejados de lado, sin que muchos lo perciban
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Tres años y tres meses después que una heterogénea coalición de grupos de izquierda, denominada Frente Amplio, asumiera el gobierno del Uruguay se destapan denuncias de corrupción que afectan a altas figuras gubernamentales y las estadísticas oficiales reconocen que la pobreza no disminuye.2.
Periodistas del semanario independiente Búsqueda revelaron el caso del vicepresidente del Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, quien junto con su hermano y secretario privado, Gonzalo Nin Novoa, habría sido favorecido por el Banco de la República, una importante entidad bancaria del Estado uruguayo, para cancelar una deuda en condiciones altamente favorables y para la posterior compra de una hacienda, también en condiciones sorprendentemente ventajosas. Infructuosamente se movieron resortes gubernamentales para minimizar el explosivo episodio, que habría ocurrido poco después que Nin asumió como vicepresidente, pero cuyos antecedentes se supieron ahora. El presidente del Banco de la República convocó a los aludidos periodistas y profirió contra ellos "amenazas" de tal calibre que la propia Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) manifestó públicamente su "preocupación". Los referidos hechos en torno del vicepresidente del Uruguay continúan siendo investigados y debatidos en diversos niveles de la vida nacional, y es de desear que se aclaren enteramente.También se destapó el caso de malversación de fondos realizada por el ex director de Casinos del Estado y militante frentista, Juan Carlos Bengoa, actualmente detenido, en complicidad con algunos de sus asesores directos, que coincidió con millonarias e inéditas pérdidas de los Casinos, que suelen tener superávit. La Justicia está investigando los hechos y, al parecer, existen desdoblamientos como el denunciado por el diputado Jorge Gandini, del opositor Partido Nacional, y publicado por el diario El País, de que fondos de los casinos municipales habrían tenido como destino Asamblea Uruguay, un importante sector del Frente Amplio al que pertenece Bengoa, y cuyo líder es el actual ministro de Economía y virtual candidato frentista a la presidencia, Danilo Astori.
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Al mismo tiempo, según acaba de divulgar el Instituto Nacional de Estadística, en 2007 el 26% de los uruguayos continuaba bajo la línea de la pobreza, contra un 27,5% en 2006, y un 2% de los uruguayos permanece en niveles de indigencia. Tal como ha sido señalado por especialistas, este problema de la pobreza que casi no disminuye no se produce en un país castigado por la recesión, sino lo contrario. Desde hace ya varios años, el Uruguay se beneficia con uno de los escenarios económicos más favorables de su historia, y hace cinco años que el crecimiento anual se sitúa en aproximadamente 6%. Además, en los tres años que lleva de gobierno, el Frente Amplio aumentó el gasto social en centenares de millones, través del pomposo Plan Nacional de Emergencia Social (PANES). Por lo tanto, se vive una situación bastante extraña y paradójica por la cual el país está más próspero y gasta más en políticas sociales, pero la pobreza casi no disminuye y la miseria continúa igual.4.
Lo irónico de todo lo anterior es que el 1o de marzo de 2005, en su discurso de toma de posesión, el presidente del Uruguay, Dr. Tabaré Vázquez, había prometido precisamente terminar con la corrupción y con la miseria, dos de los fantasmas que rondan el gobierno frentista y manchan la aureola de incorruptibilidad y de interés por los pobres con la cual impresionó al electorado, que hoy comienza a ver la diferencia entre el mito y la realidad.5.
Pero la corrupción y la pobreza no son los únicos fantasmas que empañan los resultados del gobierno centroizquierdista del Frente. Según cifras del Ministerio de Salud, entre 2006 y 2007 la mortalidad infantil pasó del 10,6 al 11,9 por mil; datos también oficiales muestran asustadores aumentos de la criminalidad y la violencia en todo el país, inclusive en centros educativos; la inflación da síntomas de rebrote, especialmente en artículos de primera necesidad, corroyendo los aumentos salariales; los sindicalistas de extrema izquierda relanzan su discurso de lucha y resentimiento de clases, como ocurrió en actos sindicales del 1o de mayo; la carga impositiva se ensaña inclusive con los jubilados, como es el caso del reciente Impuesto sobre la Renta, que despertó indignación en la mayoría del país, inclusive entre bases frentistas, al punto de que es uno de los elementos hace peligrar las perspectivas electorales del Frente; y así otros ejemplos que podrían citarse.6.
No en vano, a pesar de que todavía quedan dos años para las próximas elecciones presidenciales, los estrategas del Frente Amplio se ven enfrentados con la posibilidad de perder las elecciones nacionales sin pena ni gloria, víctimas entre otros factores de mitos de izquierda remanecientes y de optimismos voluntaristas que los llevaron a subestimar la complejidad y las dificultades de la realidad y, en el fondo, a subestimar el sentido común del pueblo uruguayo. La experiencia centroizquierdista uruguaya parece estar en apuros.7.
Sin duda, merecerían comentarse otros aspectos de la compleja pero, al mismo tiempo, interesante realidad sociopolítica, económica y psicológica uruguaya, transformada en laboratorio social de un gobierno de izquierda "moderada". Por ejemplo, el Uruguay tiene un pasado de debates ideológicos muy vivos, y esos debates, en torno de conceptos tales como derecha, centro, socialismo, comunismo, etc., se produjeron hasta hace relativamente poco tiempo. En el Uruguay de hoy, en cambio, parece reinar un curioso proceso de desideologización selectiva, por el cual los temas ideológicos que no le convienen al Frente en particular, y a las izquierdas en general, son misteriosamente dejados de lado. Lo más increíble es que pocos parecen percibir ese escamoteo que contribuye a anestesiar al centro y a la derecha.En sentido diferente de esa tendencia de adormecimiento, son las recientes declaraciones del historiador José Rilla, que acaba de lanzar el libro "La actualidad del pasado - Usos de la historia en la política de partidos del Uruguay (1942-1972)". Dijo Rilla, en declaraciones sobre su libro, transcritas por el semanario Búsqueda, que "la idea de que los tupamaros nacieron para conservar la democracia en el Uruguay es una fenomenal invención", porque "no hay ninguna posibilidad ni teórica ni empírica de inscribir la lucha de los tupamaros en el proceso de fortalecimiento de la democracia liberal en el Uruguay". No obstante ello, el referido historiador constata como un fenómeno "curioso" y "paradojal" el hecho de que "en los últimos veinte años ellos han aparecido ante la opinión pública, y con mucho éxito, mucho más vinculados al paradigma democrático que al paradigma revolucionario".
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Cabe a los uruguayos más lúcidos levantar y debatir esos y otros fenómenos "curiosos" y "paradojales" que podrán sacudir a tantos uruguayos de un letargo ideológico que favorece al frentismo.Algunos editoriales anteriores sobre Uruguay:
"El Uruguay del Frente: éxodo juvenil, inseguridad y desencanto"
http://www.cubdest.org/0712/c0707uy.html
"Elecciones uruguayas: 'nueva' izquierda y cordón umbilical"
http://www.cubdest.org/0412/c0410uy.html