Destaque Internacional - Informes de Coyuntura - Año XI - No. 241 - San José de Costa Rica - 07 de abril de 2008 - Responsable: Javier González.

Elecciones paraguayas: populismo luguista y "bolivianización"

El desencadenamiento, en el Paraguay de monseñor Lugo, de un proceso político de izquierdización y desintegración similar al de la Bolivia de Evo Morales, es una perspectiva preocupante no sólo por el futuro de esa nación hermana, sino también porque este país pasaría a ser una nueva pieza del dominó desestabilizante que está tomando cuenta de varios países de la región

1. A poco más de una semana de las elecciones nacionales paraguayas, que se realizarán el 20 de abril, las encuestas indican que el nuevo presidente de ese pais, con 30% a 35% de las preferencias, podrá ser el populista de izquierda monseñor Fernando Lugo, 56 años, un ex obispo católico entusiasta de la teología de la liberación, que encabeza la "Alianza Patriótica para el Cambio" (APC).

En el segundo lugar de las preferencias, con aproximadamente un 26%, está colocada la ex ministra Blanca Ovelar, candidata del gobernante Partido Colorado, que representa una agrupación política profundamente desgastada por 60 años de gobierno, por las numerosas acusaciones de corrupción y de clientelismo y por la falta de soluciones para enfrentar los problemas paraguayos.

En tercer lugar, con un porcentaje poco menor, se sitúa el ex general Lino Oviedo, un populista de centroderecha. Otros cuatro candidatos presidenciales reúnen pequeños porcentajes del electorado.

2. La base política de la "Alianza Patriótica para el Cambio" (APC), que apoya a monseñor Lugo, es sumamente heterogénea, con un abanico que incluye a liberales, a descontentos con el partido gobernante, a comunistas, a "chavistas" declarados y disimulados, y a todo tipo de ONGs de izquierda católica y de izquierda política. Se trata de una olla de grillos o, si se prefiere, de un saco de gatos que posee similitudes con la coalición que dio la victoria presidencial a Evo Morales en Bolivia.

3. Otro detalle que hace recordar al cuadro político boliviano es el de las pesquisas electorales que conceden la victoria presidencial a Lugo, pero que indican que simultáneamente éste podrá quedar en minoría en la Cámara de Diputados y solamente ganaría en un reducido número de los 17 gobiernos regionales, con lo cual aflora el espectro de un desmembramiento institucional y geográfico.

4. Monseñor Lugo ha transformado los reclamos contra el Brasil, especialmente en el plano energético, en una de sus banderas electorales. Mas allá del mérito de las reivindicaciones, y parece existir en ellas un real fundamento, por causa del bajísimo precio que ese país paga al Paraguay por la energía excedente de la central hidroeléctrica de Itaipú, el tono demagógico adoptado por el obispo-candidato Lugo es similar al que enarboló en Bolivia el entonces candidato Evo Morales, hoy presidente de ese país, en torno del petróleo y del gas vendido al Brasil y a la Argentina.

5. Con similar tono demagógico, monseñor Lugo ha enarbolado la bandera de la reforma agraria, que afectará especialmente a grandes productores agrícolas de origen brasileño, un fenómeno también similar a la hostilización desencadenada en Bolivia por Morales contra los exitosos productores rurales procedentes del Brasil.

6. En el caso de una eventual victoria presidencial de monseñor Lugo, no será fácil la coexistencia del obispo-presidente populista e izquierdista con los demás poderes del Estado y con sectores importantes de una sociedad atávicamente conservadora como es la del Paraguay. Por todas las razones expuestas, es probable que puedan generarse tensiones como las que desencadenó Morales en Bolivia y que han llevado a ese país a la actual encrucijada, con serio peligro de desestabilización institucional, de convulsiones internas y hasta de desmembramiento teritorial.

7. La "bolivianización" del Paraguay, o el desencadenamiento de un proceso político similar de izquierdización y desintegración, es una perspectiva preocupante no sólo por el futuro de esa nación hermana, sino también porque este país pasaría a ser una nueva pieza del dominó desestabilizante que está tomando cuenta de varios países de la región.