Agosto 26, 2006: Diario Las Américas, Miami (FL).
Brasil: debate electoral, política exterior e "infierno" cubano
Me atrevo a pedir al pueblo brasileño, tan afectivo, bondadoso y compasivo, que se manifieste ante sus candidatos presidenciales, solicitándoles que el futuro gobierno actúe con firmeza en el campo diplomático y humanitario para contribuir a la liberación de 11 millones de mis hermanos cubanos que en la isla-cárcel continúan secuestrados en su propia patria
Por Armando F. Valladares
El diario brasileño "Folha de S. Paulo" envió a los candidatos presidenciales un cuestionario con seis preguntas sobre Cuba comunista. En su edición del 6 de agosto pp., dicho periódico informó que el presidente Lula, quien aspira a la reelección, se negó a responder por sugerencia de los coordinadores de su campaña. Se explica que éste haya sido aconsejado a optar por el silencio, aún cuando no se justifique. En efecto, el delicado tema de casi cincuenta años de dictadura, opresión y crímenes comunistas, y de actual asfixia de 11 millones de cubanos indefensos, exigiría incómodas definiciones del Sr. Lula que podrían sacudir, al menos en parte, el enigmático, amnésico y anestésico letargo, carente de principios e ideologías, que parece dominar el debate electoral brasileño en lo que se refiere a la política exterior.
En octubre de 2002, fui objeto de la ira del entonces candidato Lula, cuando durante una entrevista concedida al periodista Boris Casoy me calificó de "gran embustero" (en portugués: "picareta") simplemente porque me atreví a recordar en artículos para la prensa, de una manera estrictamente objetiva y documentada, el grave compromiso de Lula con el dictador Castro. Ambos fundaron en 1990 el Foro de São Paulo, una coalición de partidos y entidades revolucionarias, que incluía a narcoguerrilleros colombianos, para rearticular a las izquierdas latinoamericanas después de la desintegración del imperio soviético (cf. "Neo-Lula, sugestión colectiva y cubanización" e "Ironías del neo-Lula nada responden y confirman aprensiones sobre alianza con Castro y Chávez", Diario Las Américas, Miami, Sept. 25, 2002 y Oct. 11, 2002).
En julio de 2003, en cuanto cubano desterrado y ex preso político durante 22 años en el "Gulag" de las Antillas, me vi en la obligación de conciencia de publicar otro artículo en el cual mostraba, también de una manera objetiva y valiéndome de un lenguaje invariablemente respetuoso, que el presidente Lula se había transformado "en el mayor sustentáculo internacional del régimen comunista de Cuba, con todas las graves responsabilidades que ello implica delante del pueblo cubano y del generoso, cordial e intuitivo pueblo brasileño, pero, sobre todo, delante de Dios" (cf. "Cuba: Lula sustenta el 'bloqueo' interno castrista", Diario Las Américas, Miami, Jul. 22, 2003).
En julio de 2006, el gobierno brasileño tuvo un papel decisivo en la brusca izquierdización del Mercosur, cuyos mandatarios, reunidos en la ciudad argentina de Córdoba, recibieron a Venezuela chavista como miembro pleno y firmaron un tratado comercial con Cuba comunista, de gran beneficio para ésta última. A comienzos de agosto pp., a propósito de la enfermedad del dictador Castro, el presidente Lula le envió un cordial y comprometedor mensaje tratándolo de "querido amigo", invocando la "amistad que nos une" y recordando la "lucha" conjunta de tantos años.
En Brasil, figuras representativas de la llamada izquierda católica, como el cardenal Arns, Fray Betto y Leonardo Boff han llegado a ver en Cuba "señales" del Reino de Dios, donde en realidad lo que existe es una antesala del infierno. Es esta la realidad que describí en mis memorias de más de dos décadas de cárcel y torturas continuas en el "Gulag" castrista ("Contra toda esperanza", Plaza & Janés, Barcelona, 1985), cuyo texto en portugués ofrezco por e-mail a mis hermanos brasileños, gratuitamente, bastando escribir a armandovalladares2005 @ yahoo.es
El pueblo brasileño ha dado muchas muestras de afecto y de comprensión por el sufrimiento del pueblo cubano. En 2001, por ejemplo, fue decisiva la preocupación de la opinión pública, de autoridades y de medios de comunicación de ese gigantesco país para que las jóvenes Sandra Becerra Jova y Anabel Soneira Antigua, literalmente secuestradas y retenidas en la isla contra la voluntad de sus padres, profesionales cubanos residentes en Brasil, fueran finalmente liberadas y enviadas a esta noble y acogedora tierra, para reunirse con sus respectivas familias.
Hoy me atrevo a pedir a ese mismo pueblo brasileño, afectivo, bondadoso y compasivo, que se manifieste ante el candidato Lula y ante los demás candidatos presidenciales solicitándoles un compromiso público para que el futuro gobierno actúe con firmeza en el campo diplomático y humanitario, de manera a contribuir a la liberación de 11 millones de mis hermanos cubanos que en la isla-cárcel continúan secuestrados en su propia patria.
Armando Valladares, ex preso político cubano, autor del libro "Contra toda esperanza", donde narra 22 años en las prisiones castristas, fue embajador de Estados Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, durante las administraciones Reagan y Bush. E-mail: armandovalladares2005 @ yahoo.es