Destaque Internacional - Informes de Coyuntura - Año VII - No. 174 - Buenos Aires / Madrid - Agosto 15, 2005 - Responsable: Javier González.-

 México: López Obrador, embrujo interno y política externa

 El candidato presidencial de las izquierdas está adoptando un perfil ambiguo, sin definiciones ideológicas, para atraer los decisivos votos del centro político; hace promesas para intentar seducir a las clases populares; y usa de la cautela en materia económica para granjearse la simpatía de los empresarios

 1. A un año de las elecciones presidenciales mexicanas, que se efectuarán en julio de 2006, es grande la expectativa internacional sobre los eventuales resultados electorales en esa importante nación latinoamericana, que podrán ser decisivos para los rumbos políticos del continente. México es la mayor potencia económica latinoamericana, con más de 100 millones de habitantes, con casi 2 millones de km2 y con su carácter de principal vecino hispanoamericano de los Estados Unidos.

Las izquierdas internacionales no disimulan las esperanzas que depositan en el candidato Manuel López Obrador, ex alcalde de la Ciudad de México y miembro del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Es lo que se presenció en julio pp. durante la última reunión del Foro de São Paulo, del cual el PRD es uno de los fundadores junto con el Partido de los Trabajadores del Brasil de Lula, el Partido Comunista de la Cuba de Fidel Castro, etc.

Por otro lado, el naufragio del gobierno Lula en medio de un mar de corrupción, hace que las corrientes de la izquerda "gradualista", que coloca el énfasis en la revolución de las mentalidades, estén buscando un líder de proyección internacional que lo substutuya. No es seguro que referido líder mexicano consiga ocupar ese papel, pero por lo menos se intentaría hacerlo.

2. López Obrador está adoptando un perfil ambiguo, sin definiciones ideológicas, para poder atraer los decisivos votos del centro político; recurre a promesas demagógicas para seducir a las clases populares; y actúa con suficiente cautela en materia económica como para granjearse la simpatía de los empresarios. El candidato izquierdista condimenta ese menú político con una imagen sonriente y conciliadora. De esa manera, está ejerciendo una especie de embrujo interno con el cual atrae a una parte importante del electorado y opaca la figura de los otros candidatos.

El "Subcomandante Marcos", líder de los rebeldes zapatistas del sureño estado de Chiapas, limítrofe con Guatemala, acaba de acusar a López Obrador de haber "traicionado" a los indígenas y "olvidado" el "ideario socialista". Con esas críticas, contribuye a reforzar el embrujo del candidato del PRD en la medida en que lo deja como un moderado a los ojos de los sectores del centro político mexicano. La estrategia de López Obrador, salvadas las diferencias de situaciones, hace recordar a la del candidato brasileño Lula en el 2000, que gracias a los artificios de la publicidad se transformó en un "neo-Lula", con un perfil ambivalente, similar al que hoy adopta el candidato mexicano, que que le permitió llegar a la presidencia del Brasil.

3. Mientras López Obrador consolida el embrujo interno con la referida ambiguedad -evitando tanto cuanto posible las definiciones- trata de presentar una imagen similar hacia el exterior, habiéndose empeñado en desmentir cualquier semejanza con el socialista-populista Chávez, de Venezuela.

Sin embargo, el IX Congreso Nacional de su partido, el PRD, aprobó recientemente una "resolución" dando apoyo incondicional al régimen castrista y a la "revolución cubana", alegando contra todas las evidencias que ésta, "como siempre" (sic), "sigue siendo ejemplo de diginidad". Al mismo tiempo, censuró al actual gobierno mexicano por haber votado contra el régimen cubano en la comisión de Derechos Humanos de la ONU y por su "política exterior" alegadamente "dócil y servil al gobierno norteamericano". En otra resolución sobre política externa, aprobada en el mismo Congreso, el PRD declaró que "se une y apoya solidariamente" al Foro Social Mundial (FSM), una red anarco-revolucionaria fundada en Porto Alegre, a la que califica de "gran movimiento" que hoy representaría "la más importante opción mundial" en la "búsqueda de nuevas alternativas" revolucionarias.

4. López Obrador ha anunciado una próxima gira por América Latina, la cual le dará la oportunidad de manifestar su pensamiento sobre política externa y, en particular, de explicar ese sorprendente apoyo incondicional del PRD a Cuba comunista y al Foro Social Mundial. Mucho desearíamos que de manera análoga, los medios de comunicación mexicanos, los líderes cívicos, políticos y religiosos, y la opinión pública de ese país en general, tuvieran la oportunidad de interrogar a López Obrador sobre temas vitales internos de su país, como lo que dice respecto a la propiedad privada y a la libre iniciativa, de manera que dicho candidato se vea en la necesidad de pasar a las definiciones, con lo cual no podrá continuar sustentando su actual embrujo paralizante, hecho con sonrisas y promesas ambiguas.

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