Destaque Internacional - Informes de Coyuntura
- Año VI - No. 156 - Buenos Aires / Madrid - Diciembre 4, 2004.-La pulseada ucraniana: lo que está por detrás
El enfrentamiento entre ucranianos pro-rusos y pro-occidentales envuelve una cuestión de supervivencia para la causa de la libertad de Ucrania y de los países limítrofes: en la vecina Rusia el gobierno Putin va adquiriendo un perfil dictatorial, que evoca los fantasmas del comunismo, y no oculta su intención de ir reconstruyendo el antiguo imperio
Clamor popular
El fraude en las recientes elecciones presidenciales ucranianas, que favoreció al candidato del gobierno, el pro-ruso Viktor Yanukovich, hizo que los seguidores del candidato opositor, el pro-occidental Viktor Yushchenko, se lanzaran masivamente a las calles de la capital, Kiev, y de otras importantes ciudades de Ucrania para protestar de manera pacífica, pero vehemente. Ante las evidencias de fraude y el clamor popular, la Suprema Corte de Ucrania declaró inválido el resultado y convocó a nuevas elecciones.
Cuestión de supervivencia
La crisis electoral ucraniana es el más reciente capítulo de una pulseada política de considerables dimensiones entre las corrientes pro-rusas, que pavimentan el camino al neoimperialismo del presidente Vladimir Putin, y las pro-occidentales, que asumen esa disputa como una cuestión de supervivencia para la causa de la libertad y de la democracia en ese estratégico país. Análogos dilemas viven naciones limítrofes como Polonia, Bielorusia, Rumania, Hungría y Eslovaquia.
Putin: perfil dictatorial
La pulseada ucraniana coincide con un momento particularmente delicado de la vida política de la vecina Rusia, donde el gobierno de Putin, junto con adquirir cada vez más un perfil dictatorial que evoca los fantasmas del comunismo, no esconde su intención de ir reconstruyendo el antiguo imperio ruso a costa de la independencia de sus vecinos.
Es por ello que los ucranianos amantes de la libertad, así como sectores importantes de la opinión pública rusa y de los pueblos de la Europa del Este que sufrieron en su propia carne las persecuciones comunistas movidas por Moscú, ven con aprehensión las lamentables consecuencias que traería para toda la región la fraudulenta imposición electoral, en Ucrania, de un régimen pro-ruso.
Ucrania: símbolo de resistencia
Ucrania, por el heroísmo de su pueblo, se transformó en el siglo 20 en un símbolo de resistencia al comunismo en nombre de la fe, destacándose la figura del cardenal Slipyj. En 1932, el dictador comunista Josef Stalin invadió Ucrania, arrasando el país y provocando una hambruna generalizada. Se calcula que 7 millones de ucranianos fueron masacrados por los rusos comunistas a sangre, fuego y hambre; sin embargo, jamás consiguieron doblegar espiritualmente a ese pueblo físicamente cautivo.
Países occidentales: deuda moral
Los países occidentales tienen una enorme deuda con Ucrania, porque muchos de sus gobiernos hicieron la vista gorda ante la agresión soviética durante el siglo pasado. Una manera de pagar esa deuda moral sería manifestar firmeza diplomática ante las pretensiones imperialistas del presidente Putin en Ucrania y en los países del ex imperio soviético.
"Balcanización"
Tampoco se deberían subestimar recientes declaraciones de líderes ucranianos pro-rusos en el sentido de obtener "autonomía" para las provincias limítrofes con Rusia en caso que el desenlace electoral sea desfavorable a su candidato, lo cual podría conducir a un desmembramiento o "balcanización" de Ucrania. La política de desmembrar para debilitar no es nueva para Rusia, que en el pasado la aplicó con relación a Polonia y a otros países del Este, lamentablemente, con la anuencia de potencias occidentales.
Oposición ucraniana: mansedumbre y astucia
Es en los hombros de la oposición ucraniana, en cuanto heredera legítima de un pasado heroico, que recae la mayor responsabilidad de la defensa de Ucrania en esta hora histórica: ella precisa actuar invariablemente dentro de la legalidad, con la mansedumbre de la paloma y con la astucia de la serpiente, tal como lo recomienda el Evangelio.
Los ojos del mundo están puestos en Ucrania. La pulseada ucraniana es decisiva no sólo para esa nación, con su glorioso pasado de resistencia y de martirio, sino también para los países vecinos, para Europa y para la causa de la libertad en el mundo entero.
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