Jun. 9, 2001: Diario Las Américas, Miami, pág. 1-A
Tuvo Castro que ceder y entregará a la niña Sandra a Brasil
Ante repercusión del caso en dicho país, régimen cubano informa a cancillería brasileña que enviará a Sandra a sus padres. Vocero de la cancillería advierte: "Esperamos que el desenlace sea realmente favorable, y cuanto antes"
(foto de los papás de Sandra y de su hermanito Daniel, publicada por el "Jornal do Brasil", del 7 de junio de 2001, en primera página; Sandrita está en la foto del cuadro; ver facsímil del "Jornal do Brasil" al final)
El pasado martes 5 de junio, DIARIO LAS AMÉRICAS publicó en exclusiva, en la Florida, un cable con la denuncia del jurista cubano exiliado Dr. Claudio Benedí Beruff ante la Asamblea de la OEA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, sobre el literal secuestro, en Cuba, de la niña Sandra Becerra Jova, de 11 años, impedida de reunirse con sus padres, ingenieros cubanos residentes en Brasil.
El cable, de la agencia CubDest, que comenzó a ser trasmitido por Internet el domingo, el mismo día en que la Asamblea de la OEA era inaugurada en Costa Rica, motivó que otras agencias y medios de comunicación del mundo entero, especialmente brasileños, dedicasen amplio espacio al caso y pidiesen explicaciones a la embajada cubana en Brasilia.
El martes, como respuesta, un vocero de la embajada efectuó una agria declaración contra la denuncia del Dr. Benedí en la OEA e intentó descalificar, sin dar pruebas, a los padres de Sandra. Estos ataques tuvieron como resultado que la prensa brasileña aumentase los pedidos de una explicación convincente a la embajada cubana.
El jueves, los influyentes periódicos "Jornal do Brasil", de Río de Janeiro y "Correio Braziliense", de Brasilia, publicaron entrevistas de primera página a los papás de Sandra y resaltando la injusticia que se estaba cometiendo contra la familia Becerra. En el correr del día, la embajada cubana en Brasilia se apresuró a comunicar a la cancillería brasileña un mensaje del gobierno cubano, en el que asegura que Sandra será finalmente autorizada a salir de Cuba, rumbo a Brasil.
La embajada de Cuba comunicó ayer al ministerio de Relaciones Exteriores que el gobierno cubano emitirá la visa de salida para la niña Sandra Becerra Jova, de 11 años de edad, permitiendo que ella venga a Brasil para reunirse con sus padres.
Las autoridades cubanas informaron que aguardan apenas la conclusión de procedimientos migratorios internos. Los cubanos no fijaron una fecha pero adelantaron al gobierno brasileño que estos procedimientos no demorarán.
El Jornal do Brasil publicó ayer jueves el drama vivido por los padres de Sandra, la Sandrita, que están separados de la niña porque el gobierno de Cuba se niega a emitir la visa de salida del país, documento obligatorio para que cualquier cubano pueda viajar al exterior.
"Recibimos la información del gobierno cubano de que el caso tendrá un desenlace favorable. Se trata ahora de concluir los trámites legales", aseguró una fuente del ministerio de Relaciones Exteriores, Itamaraty. "Esperamos que el desenlace sea realmente favorable, y cuanto antes. Esa solución contribuirá para las excelentes relaciones que tenemos con Cuba". La buena noticia fue dada ayer a la familia por el ministerio de Relaciones exteriores, según dicho diplomático.
La comunicación a las autoridades brasileñas fue una respuesta al pedido de información sobre el caso encaminado en abril pp. por el ministerio de Relaciones Exteriores a la embajada cubana en Brasilia.
Sandrita vive en Esperanza, Santa Clara, a 200 kilómetros de La Habana. Su hermanito, Daniel, de 3 años, nació en Campinas, a 100 kilómetros de la ciudad de São Paulo, y vive con sus padres, Zaida Jova Aguila y Vicente Becerra Sablón. Ellos son ingenieros y están en Brasil desde 1996 como alumnos de maestría y doctorado en la Universidad de Campinas (Unicamp). Sandra quedó en Cuba con los abuelos paternos porque la legislación cubana prohibe que funcionarios del gobierno lleven la familia cuando están en viaje oficial en el exterior.
Los papás de Sandra cuentan que después del nacimiento de Daniel, los órganos estatales para los cuales trabajaban -Vicente como profesor en la Facultad de Ingeniería de Santa Clara y Zaida como tecnóloga química en la Unión Geominera- les solicitaron que retornasen a Cuba, independientemente del término de los cursos de doctorado a los que asisten en Campinas.