Agosto 9, 2000: Diario Las Américas, Miami

"Samizdat" cubano

Por Gonzalo Guimaraens

El "samizdat", conjunto de ingeniosas técnicas usadas en Rusia comunista para trasmitir clandestinamente noticias, de manera oral o escrita, tuvo similares versiones en otros países detrás de la Cortina de Hierro, notablemente en Ucrania y Lituania, donde sirvió para denunciar las persecuciones y crímenes del comunismo. En este último país, el "samizdat" proporcionaba informaciones que fueron posteriormente compiladas bajo el título de "Crónicas de la Iglesia Católica de Lituania", un verdadero martirilogio en varios volúmenes, que ayudó decisivamente a conservar la identidad y memoria histórica de ese valeroso pueblo.

Hoy, el "samizdat" cubano, en sus diferentes y originales versiones, contribuye para mantener informados a los habitantes de la isla-cárcel, para alentar las crecientes manifestaciones de descontento que allí se producen y para enviar al exterior, casi al instante, noticias sobre violaciones de derechos de los presos políticos y de los cubanos en general. Fue a través del "samizdat" que los fieles católicos de la isla canalizaron recientemente su "profundo malestar e irritación" con las afirmaciones de Fidel y Raúl Castro de que Nuestro Señor Jesucristo "era comunista" y habría sido muerto "por ser comunista". A través del "samizdat", esa indignación -que los corresponsales de numerosas agencias no vieron o no quisieron ver- llegó al conocimiento de la agencia católica internacional ACI, que lanzó la noticia al mundo en un reporte desde La Habana.

De manera análoga al "samizdat" de la isla, los desterrados cubanos han ido constante e incansablemente creando formas originales de "samizdat" para difundir la verdad sobre Cuba. Es obvio que la analogía no está dada por las condiciones de clandestinidad, pues los desterrados viven y actúan en países libres, sino por el ambiente adverso, a veces literalmente asfixiante y hasta persecutorio, en que llevan a cabo su tarea publicitaria.

El "samizdat" del destierro recoge aquellas informaciones provenientes de la isla que son más incómodas para el régimen comunista, y más silenciadas por la prensa internacional, difundiéndolas por el mundo entero. Además de las noticias, trasmite comentarios certeros dejando al desnudo las articulaciones políticas -y, más de una vez, eclesiásticas- que intentan favorecer a la dictadura castrista.

El "samizdat" del destierro es por esencia "políticamente incorrecto", o sea, incómodo para las izquierdas; y por ello sus informaciones consiguen pasar con dificultad por los filtros de los grandes medios de prensa. Sin embargo, ha sabido suplir esa limitación mediante la utilización de los más actuales instrumentos de comunicación, como la Internet, a través de la cual sus mensajes llegan instantáneamente al mundo entero, inclusive a Cuba, driblando la censura del régimen.

El "samizdat" del destierro se nutre maravillosamente del genio de su pueblo, en buena parte heredado de la Madre Patria, marcado al mismo tiempo por la espontaneidad, la creatividad y la independencia de criterios. Por ello, en realidad, existen casi tantos estilos de "samizdat" cuanto cubanos desterrados. Ese espíritu independiente tiene las desventajas inherentes a la falta de coordinación. Pero posee la gran ventaja de dificultar la infiltración del adversario y, sobre todo, de tornarse casi invulnerable a los peligrosos movimientos de desánimo colectivo: si aquí unos desaniman, más allá otros, por su cuenta, continúan decididamente la lucha.

El "samizdat" del destierro, a fuerza de desilusiones, no depende y no confía en potentados de la tierra para llevar adelante su tarea publicitaria. Si los aliados aparecen, y son auténticos amigos de la causa de la libertad de Cuba, tanto mejor. Pero la lucha publicitaria continúa con ellos o sin ellos; porque, como dice Santa Teresa de Avila, "quien a Dios tiene, nada le falta".

Con la reciente embestida publicitaria contra el destierro, llevada a cabo desde importantes medios de comunicación a propósito del caso Elián, se intentó no sólo desprestigiar el carácter ideológico de la noble resistencia anticomunista del exilio cubano en los Estados Unidos, sino quebrarlo psicológicamente de manera que cesase de una vez por todas su oposición al acercamiento del gobierno norteamericano con el régimen de la isla. Pero ese aluvión procastrista no logró doblegar a quienes integran el "samizdat" del destierro, los cuales sin duda sintieron los golpes de esos ataques pero, al mismo tiempo salieron dignificados y con mayor ánimo de lucha pues perciben que la verdad está de su lado y que la Historia, tarde o temprano, les dará la razón.

A través del "samizdat", continúan los exiliados cumpliendo con su papel de ser la voz de sus hermanos que no tienen voz, contribuyendo a resquebrajar el embargo interno a que está sometido el pueblo cubano desde hace cuatro largas décadas. Por ejemplo, la próxima Cumbre del Milenio a efectuarse en Nueva York del 6 al 8 de septiembre, anunciada por las Naciones Unidas como la mayor reunión de jefes de Estado y de gobierno jamás realizada, constituirá un escenario adecuado para que el "samizdat" del destierro muestre a los mandatarios presentes la realidad sobre Cuba y les pida una definición. Definición que, en particular, cabría al presidente ruso Vladimir Putin, quien desde Nueva York viajará a Cuba para mantener conversaciones con altos funcionarios del régimen.

Gonzalo Guimaraens es analista político, experto en asuntos cubanos.

E-mail: GGuimaraens@altavista.net